Unilever invertiría mil millones de euros para eliminar los combustibles fósiles de sus productos para 2030, reduciendo las emisiones de carbono creadas por los químicos utilizados en la fabricación de los productos. Esto implicaría una reducción de esas emisiones en una quinta parte, convirtiéndose, según la compañía, en los primeros en fijarse un compromiso de este tipo.
Los químicos actualmente usados en sus productos de limpieza y lavandería —marcas como Omo, Cif, Sunlight y Domestos— representan 46% de las emisiones de carbono a lo largo de su ciclo de vida. Pero en lugar de petroquímicos, usarán componentes creados a partir de plantas y otras fuentes biológicas, fuentes marinas como algas y materiales de desecho.
“La siguiente fase es un cambio de la industria en productos químicos y agentes de limpieza (…) muchos de estos grandes proveedores todavía tienen mucho capital comprometido en la antigua economía del carbono” dijo a Reuters Peter ter Kulve, presidente de la división de productos para el cuidado del hogar de Unilever.
La compañía emite alrededor de 100 millones de toneladas métricas equivalentes de dióxido de carbono a nivel mundial, pero tiene como objetivo reducirlo a cero neto de sus propias operaciones y sus proveedores para 2039, un plan que se adelanta 11 años a la fecha límite consagrada en el Acuerdo de París de 2015 sobre la lucha contra el calentamiento global.