System1, una plataforma que clasifica la eficacia de los anuncios en función de las respuestas emocionales, dice que el anuncio de Disney para celebrar su centenario ganó la noche, seguido de M&M’s, con un anuncio en el que los caramelos convocaban una rueda de prensa para decir “hemos vuelto”. John Travolta, que interpretaba un clásico de Grease para T-Mobile, quedó tercero.
Los animales robaron el protagonismo a los anuncios clasificados en cuarto y quinto lugar de System1 con “Saving Sawyer”, la adorable historia de Amazon sobre un cachorro pandémico que lucha hasta el final del encierro. Una cabra descarada (y un elenco de suricatas, elefantes, osos y delfines haciendo el Electric Slide) dio vida a “Electric Boogie” de Jeep.
Tubi, la empresa de streaming, presentó un anuncio alucinante (¡y siniestro!) con amenazadores conejos gigantes que secuestraban a la gente y la arrojaban a profundas madrigueras.
Las estrellas brillaron, especialmente para los bebedores estadounidenses. Por ejemplo, Serena Williams en un monólogo inspirador para Remy Martin.
El anuncio de Will Ferrell para GM rompió moldes cuando el cómico de múltiples disfraces jugueteó con escenas de Squid Game, Stranger Things y Bridgeton, de Netflix.
El año pasado, el índice de audiencia del Super Bowl cayó a 36,9, el más bajo desde 1969. La audiencia fue de 99,2 millones de telespectadores, pero si se suma el número de telespectadores que retransmitieron el partido por streaming, el número de telespectadores aumentó a 112,3 millones.
La NFL realizó entonces una investigación adicional con Nielsen, encuestando a 6.000 personas. Esto llevó a la conclusión de que 208 millones de personas —aproximadamente dos tercios de EE UU— habían sintonizado el partido.
Fox se ha mostrado optimista y predice que la audiencia superará el récord de 114,4 millones de espectadores, establecido en 2015 con la victoria de los New England Patriots por 28-24 sobre los Seattle Seahawks, que se emitió en la NBC. Ese partido se mantiene como el programa de TV más visto de todos los tiempos, según Nielsen