El CEO global de Young & Rubicam, David Sable, no está preocupado por el porvenir de la industria televisiva. “El futuro de la TV es poderoso” declaró. “Habrá TV durante miles de años. Puede ser que la programación vaya directo a tu cerebro telequinéticamente, pero seguirá siento TV”. De acuerdo a Sable, la proliferación de dispositivos está fragmentando a la industria televisiva. La introducción de nuevas plataformas y pantallas para consumir contenido en video ha afectado los ratings, pero la mayor parte de lo que se consume sigue siendo contenido de TV. El hecho de que sea distribuido en un canal distinto no hace que deje de ser televisivo. La popularidad de servicios como Netflix y Hulu es un gran ejemplo de por qué el negocio de la TV no está en peligro, ya que ambas plataformas han utilizado programación televisiva original y comprada para su negocio. Tras generar cerca de US$4,5 millardos en ingresos durante los primeros tres cuartos de 2015, se espera que Netflix cierre con un total de US$6,1 millardos netos en ingresos. “Lo que está cambiando es la definición de la TV. Aunque sea contenido que no es producido por un estudio o distribuido por una cadena lineal de TV, si es considerado contenido en video premium sigue siendo TV” aclaró Sable. “Aquellos que definen la TV solo como ABC, CBS, NBC están fuera de sincronía”. Sable tampoco se preocupa por el creciente número de editores y creadores de video en línea.
