Con presencia de los productores Billy Rovzar, Pablo Cruz,
Manolo Cardona, Sergio Pizzolante, Diego Boneta, la moderación del crítico de
cine Óscar Uriel y la participación de Guillermo Giménez, director de Marketing
y Comunicaciones de Coca Cola, tuvo lugar una conversación sobre el contenido,
las marcas, las nuevas ventanas, así como las limitaciones y libertades que
estos tiempos ofrecen a los creadores.
Pablo Cruz, de Canana Films, lanzó dos ideas: la muerte de
la TV abierta es un hecho, afirma —aunque no todos los presentes estuvieron de
acuerdo—, y el futuro está en la luna de miel entre marcas y productores, para
realizar contenidos que puedan viajar gratuitamente, sin depender de las plataformas.
Asimismo, comentó que espera evolucione la relación de trabajo, en la que los productores pierden su IP al trabajar con plataformas, como ocurrió en el
pasado con la TV abierta.
La pasión, como motor en la producción de las historias que
conquistan a las audiencias, fue un tema recurrente, y todos estuvieron de acuerdo en que se trata de un ingrediente primordial. Guillermo
Giménez, de Coca Cola, espera de una historia que lo sorprenda, que sea congruente
y que tenga sentido con lo que la marca quiere decir. Que narre algo más profundo
que aquello que parece obvio, al tiempo que se respete a la audiencia.
Pizzolante animó a quienes escuchaban —en su mayoría marcas
y publicistas— a atreverse a ser parte de historias en las que no necesariamente
la imagen con la que se relaciona a la marca, sea siempre positiva.