Chadi Saab, director de Estrategia en Leo Burnett, escribió un artículo en el portal de la agencia sobre cómo la tecnología de voz impactará a las marcas. “A medida que la interacción con los dispositivos cambie de vista y tacto a voz y sonido, el Internet evolucionará de un mercado que requiere unos pocos clics para completar una compra, a uno donde ondas de voz ordenen qué ítems sean convocados a donde uno quiera”.
Según la Asociación de Tecnología de Consumo, los volúmenes de venta mediante sistemas de activación de voz en EE UU tendrán un crecimiento interanual de 52%, para alcanzar 4,5 millones de unidades vendidas a finales de 2017, escribió Saab. Aunque muchos celulares cuentan con asistentes de voz, existen otros dispositivos externos como el Echo de Amazon o el Home Interactive de Google. Esta tecnología tiene serie de capacidades para llevar a cabo tareas; de hecho, Echo tiene hoy 1.500 con posibilidad de agregar miles este año.
Esto, según Saab, tiene tres fuertes implicaciones en publicidad: entender mejor las intenciones de consumidor; avisos más accesibles y personalizados, y avisos conversacionales. Los dos primeros están basados en que a medida que los consumidores comiencen a usar el lenguaje natural, sus intenciones serán más claras. Esto ayudará a los anunciantes a construir modelos para entender dónde está el consumidor en su proceso de compra, y para construir y ofrecer avisos que ayuden a convencer a potenciales compradores, o a comprometer a los actuales a incrementar su lealtad. Por último, con el incremento de estos asistentes de voz en el hogar, la información entre el consumidor y estos dispositivos será verbal, se acabaron los teclados y las pantallas. La publicidad visual será más difícil, pero se abre la oportunidad de crear avisos conversacionales y otros contenidos para conectarse con el consumidor.