La Macintosh 512 de Apple
(Verónica Rímuli, Buenos Aires) El próximo domingo 16 de mayo, en la 45° edición de los premios Clio, en Miami Beach, Lee Clow recibirá la distinción correspondiente a la trayectoria. Surfista, fanático del béisbol, Chairman y Chief Creative Officer Worldwide de TBWA/Chiat/Day, Clow seguramente pasará a la historia de la creación publicitaria –más allá del resto de sus notables piezas– por 1984, el aviso que en enero de aquel año produjo un antes y un después en la actividad y está considerado uno de los mejores de todos los tiempos. Pero quizá lo más interesante de ese comercial era que anunciaba el advenimiento de un producto también destinado a revolucionar su industria: Después de la Mac, ya nada fue lo mismo. El trabajo –y de este modo, la vida– de diseñadores, directores de arte, publicitarios en fin, cambió drásticamente merced a una tecnología hecha a medida de la actividad creativa. No en vano la atleta del aviso destrozaba la imagen del Gran hermano, el autoritarismo gris y aplastante. ¿Recuerdan ustedes, creativos, diseñadores, aún periodistas, cómo era su vida antes de Mac? Sería bueno conocer algunas respuestas. Pronto les vamos a refrescar la historia de 1984, y de la innovación Apple. Ambos casos no dejan de seguir enviando mensajes todavía vigentes. {veronica@produ.com}