El notable cambio en
el ámbito educativo causado por la pandemia genera opiniones dispares y un
grado alto de aceptación, según un estudio realizado por Comscore y Netquest
para conocer el entorno del regreso a clases.
La investigación se
realizó entre el 10 y el 17 de agosto de 2020 y participaron 1018 personas con
hijos en escuelas públicas y privadas, desde el nivel preescolar hasta la
universidad. En los hogares de estas familias, en promedio, una persona estuvo
tomando clases online, pero el
5,8% de los entrevistados dijo que sus hijos no recibieron clases en línea,
particularmente en los hogares de menores ingresos.
“El estudio es muy
revelador en cuanto a la nueva normalidad en el contexto educativo, con lo que
eso implica para las estudiantes, las instituciones educativas y el proceso de
aprendizaje en sí. Hay datos muy impactantes sobre uno de los cambios de mayor
relevancia en la vida cotidiana de las familias” explicó Iván Marchant, VP
Latin America North Cone de Comscore.
El 58% de las personas está en desacuerdo con que las clases en línea
permiten a sus hijos aprender mejor que en un salón de clases tradicional. De hecho, el 51% preferiría que sus hijos continuaran recibiendo clases en aulas
tradicionales —en particular entre las personas de menores ingresos—, mientras
que el 49% está satisfecho con el nivel de aprendizaje de sus hijos. 53% considera que sus hijos se adaptaron
rápidamente al sistema de clases en línea.