Tres fueron las mujeres homenajeadas por el Festival Internacional de Cine de Guanajuato (GIFF) y la Asociación de Mujeres del Cine y la Televisión (WIFTVMex), una de ellas fue la guionista Marina Stavenhagen, quien también es una de las precursoras de los principales festivales de cine en México, además de escribir largometrajes multipremiados como De la calle y series de TV como Cien años con Juan Rulfo; ante esto, expresó que hoy en día se vive un cine más incluyente y es a través de este medio que se están volteando a ver a comunidades del país antes silenciadas y marginadas.
“Me siento agradecida, contenta y un poco sorprendida. Son muchos años de trabajo, de estar en el cine desde diferentes trincheras y espero que esto sea un gran augurio para que vengan muchos proyectos nuevos porque siento que hay mucho por hacer” comentó.
A lo largo de su trayectoria, Stavenhagen ha sido testigo de la transformación, no solo tecnológica, sino también en las narrativas y temáticas que se abordan, tanto en cine como en TV, ante lo cual dijo que “nos tenemos que ir adaptando a lo que viene y a las herramientas de trabajo que se ponen enfrente y debemos adecuarlas a lo que uno quiere y necesita. Mientras que no se pierda la esencia de contar las historias que uno quiere, con independencia, autonomía creativa, son bienvenidas todas las herramientas tecnológicas, pero hay que usarlas en la creación; sobre todo, en tratar de alcanzar nuevos públicos, de buscar nuevas plataformas y tratar de tocar a diferentes audiencias con las historias que estamos contando”.
Sobre las nuevas historias que hoy en día se ven en el cine mexicano, la guionista consideró que “el cine siempre será un reflejo de lo que sucede en la sociedad, es nuestro espejo, nos miramos en él, nos reconocemos ahí, vemos quiénes somos, el cine le va tomando el pulso al país y a la sociedad y eso siempre es fascinante de descubrir”.
Finalmente, destacó que se está viviendo un cine más incluyente, que busca capturar a nuevas audiencias: “Cada vez más, los proyectos incorporan e incluyen la enorme diversidad que tenemos en este país. Es un cine más incluyente, aunque falta mucho por hacer, pero nos permite acercarnos a audiencias muy distintas y a las historias de muchas comunidades que, tradicionalmente, han sido silenciadas o marginadas en una cinematografía más hegemónica”.