La estatuilla representa el evento que todas las televisoras del mundo pretenden en exclusiva. Los mexicanos todavía no saben qué partidos de la Copa verán por TV abierta
A horas del mes límite para definir unas negociaciones cargadas de tensiones en México, DIRECTV sigue sin encontrar un punto de coincidencia con Televisa y TV Azteca. Las dos televisoras rechazaron de plano la exigencia de US$50 millones por los derechos de televisación exclusiva de 30 partidos de la Copa Mundial de Fútbol. Ante la negativa quedó en la mesa otra oferta: 18 partidos por los que las emisoras ofrecerían en conjunto entre US$15 y 23 millones. Esa propuesta y toda la negociación en territorio mexicano tiene varios aspectos en la nebulosa. En principio, DIRECTV no aceptaría exclusividad si hay sólo 18 partidos comercializados, del total de 64 que están en su poder, dejando la puerta abierta para negociar partidos con otras empresas locales. Tampoco hay precisiones si esa operación le asegura a las dos emisoras la retransmisión de imágenes y resúmenes de lo que acontece en todas las sedes.Pese a que la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) indica que los encuentros de la selección nacional de cada país, además de la inauguración y ronda final, deben emitirse obligatoriamente por televisión abierta, y no por TV paga, en México no hay evidencias que eso se vaya a cumplir a pie juntillas. Según lo expuso públicamente el vicepresidente de DIRECTV, Raúl Reyes, no existe recurso alguno que obligue a su empresa a transmitir a nivel nacional y por televisión abierta algunos juegos del Mundial. La posición contraría lo que tanto Televisa como TV Azteca dan por sentado: que los encuentros más importantes para los mexicanos estarán en sus pantallas. Febrero es considerado el mes decisivo para cerrar el tema. Para DIRECTV, que pagó US$440 millones a la desaparecida ISL Worldwide por la exclusividad en América Latina del evento deportivo de mayor trascendencia mundial (Copas 2002 y 2006), urge la conclusión de todas las negociaciones en la región. También para Televisa y TV Azteca la indefinición es enemiga: hay menos tiempo para la producción y planificación de las coberturas y para el lanzamiento de las ventas publicitarias.