Varios programas del canal son muy populares entre los rusos. Los televidentes también protestaron por el abrupto cierre de la emisora
Una gran repercusión internacional ha tenido el cierre en la madrugada de este lunes de TV-6, la última cadena de televisión independiente rusa de gran audiencia. El Ministerio de Información de Rusia decidió cortar sus emisiones y retirarle definitivamente su licencia, basándose en una sentencia de liquidación emitida el viernes pasado por el Tribunal Supremo de Arbitraje.Tanto políticos como medios de comunicación enfrentados al actual gobierno denunciaron un plan de control oficial de todas las cadenas de televisión. El 75% de las acciones de TV-6 pertenecen al empresario exiliado Boris Berezovski, prófugo de la justicia rusa y adversario político del actual presidente, Vladímir Putin.