Hace más de dos años, cuando llegó a Labo la primera solicitud para hacer un audio description, no había otro lugar en CDMX donde hacer esto. “No había otro vendor, no teníamos a quién tocarle la puerta” recuerda Cecilia Gómez, gerente de Doblaje de Labo. La compañía desarrolló su propio modelo para la generación de audio description y close caption, que permiten a las personas con debilidades visuales o auditivas acceder a los contenidos.
“Esto es algo muy nuevo en Latinoamérica, pero creemos que también es una responsabilidad moral de nosotros, como empresa, trabajar para que todos tengamos acceso al contenido en igualdad de condiciones” dice Gómez.
Para desarrollar su modelo hicieron focus group y se reunieron con asociaciones dedicadas a los temas de inclusión y accesibilidad para poder hacer estas adaptaciones. “Necesitábamos saber qué necesitábamos describirles, cómo percibe una persona débil visual o auditiva para entender completamente a este tipo de espectador. Así tenemos una manera única de generar este servicio y cumplimos con los estándares de plataformas como Netflix o Amazon”.
Labo llegó con cierta anticipación a este momento en el principal streaming global, Netflix, decidió abrirse aún más a estas descripciones en sus contenidos en varios idiomas y que en México se aprobó hace tres meses una legislación que obliga al subtitulaje de producciones que estén en español para que las personas sordas puedan tener acceso.
Las adaptaciones para estos públicos son hechas por los equipos de Labo. En algunas ocasiones son revisadas por los guionistas de las producciones, para garantizar que se mantenga la esencia de la escena. “Esto no es doblaje, es otro lenguaje”. Gómez señala que es clave respetar la cadencia sonora de la producción y no interrumpir diálogos con descripciones, sino ir intercalándolas cuidadosamente.
El servicio de audio description y close caption que ya hacen regularmente para Netflix es parte del paquete fully localized de Labo, que ofrece a distribuidores y productores poner su contenido a punto para ser subido a una plataforma o exhibido en el cine. “Buscamos solucionarles la vida, para que no tengan que tocar una puerta para doblaje, otra para el audio description, otra para regionalizar gráficos y así. La idea es que toda la fase final esté completamente cubierta incluso desde la posproducción. Entra a Labo un guion y sale un DCP (digital cinema package) o un máster”.