Medio de Contención es una productora de cine de Colombia fundada en el año 2006. Durante su existencia, han realizado diez largometrajes de ficción y del género documental. Su director, Manuel Ruiz, aseguró que sus trabajos han explorado temas que tienen que ver con aspectos sociales, culturales y políticos, apostando por las obras de autor.
Entre sus películas se destacan Tantas almas, de Nicolás Rincón, que habla sobre la búsqueda de cuerpos de personas desaparecidas en el río Magdalena en el marco del conflicto armado colombiano. También se encuentra Amparo, un film de Simón Mesa ganador de siete premios Macondo.
En 2022 estrenaron en Cannes Un varón, película de Fabián Hernández que tuvo buena acogida por la crítica e hizo un recorrido por diferentes festivales internacionales. El año pasado, la Academia Colombiana de Cine la nominó para que representara al país en la última edición de los Premios Óscar y compitió para entrar en la categoría de Mejor Película Extranjera.
Durante varios meses realizaron una extensa campaña de promoción y, si bien no obtuvieron la nominación final, Ruiz aseguró que la experiencia reivindicó la importancia del cine independiente. Sus cintas han contado con coproducción internacional, han participado en diversos festivales y han llegado a salas de cine comerciales. Actualmente están desarrollando dos nuevas películas de ficción llamadas Un poeta y Los pájaros. Ambas son ganadoras del Fondo de Desarrollo Cinematográfico para el estímulo a la producción.
Para este ejecutivo, su compañía se diferencia en que antes de pensar en el cine comercial, tienen una mirada social y cultural, pues abordan asuntos que mueven a reflexión, como los estereotipos de la masculinidad, la religión, las prácticas patriarcales y el papel de la mujer en la guerra. Aun así, recalcó que esto no significa que descuiden la mirada del público: “Entendemos que no se trata de la satisfacción de un director o de un productor de haber hecho una obra, sino de generar realmente la posibilidad de distribuir la película”.
Aseveró que están en un momento en el que tratan de averiguar cómo llevar sus contenidos “mucho más lejos” sin que dejen de ser películas de autor, ni de hablar críticamente sobre la sociedad. De todas maneras, reconoció que esta es una tarea compleja ya que, según él, en Colombia la circulación y distribución está sumida en un “embudo” que provoca que la gran mayoría de realizaciones queden fuera del alcance de las audiencias masivas, salvo pocas excepciones.
“Aquí se produce mucho, la pandemia generó una sobreproducción de contenidos, pero también una reestructuración de la circulación del contenido. Entonces, encontrar los canales para circular y distribuir se vuelve muy difícil, sobre todo para los que nos apartamos de las historias más comerciales” explicó.
Por último, aseveró que no cree que el cine colombiano sea más apreciado en el exterior, sino que el mercado internacional está mejor definido y allí las producciones del país ya se han consolidado en un lugar específico, mientras que a nivel nacional aún se está tratando de esclarecer quién es el público que acude a las salas a ver las producciones locales.