La
hora marcada es una serie de terror original de
ViX que fue estrenada el pasado 27 de octubre. Presenta una versión
contemporánea de un programa del mismo nombre que tuvo gran impacto en la
televisión mexicana en la década de los 80. El formato reúne una antología de
nueve episodios independientes entre sí que exploran diferentes temas
sobrecogedores. Uno de ellos (titulado Reflejos
fugaces) fue dirigido por el colombiano Andrés Beltrán, quien contó algunos de los
pormenores de su participación en el contenido.
El capítulo en cuestión muestra la historia de Fabián, un joven que
acaba de perder a sus padres y se traslada a la mansión donde viven su tía Lili
y su prima Isabel. Con el paso de los días, Fabián se da cuenta de que las
extrañas costumbres de sus parientes parecen sugerir que son algo más que
humanos.
El
cineasta comentó que para este proyecto primero se le dio a escoger una premisa
de una sola frase. Luego, con base en ella, tuvo la tarea de armar el guion
completo (de 30 páginas de extensión). Si bien, al igual que a los otros directores,
se le dio la opción de revisar el libreto de la serie original, él declinó esa
posibilidad para explorar nuevos horizontes artísticos. De todas maneras, tuvo
la orientación de los productores Laura Wills y Abe Rosenberg quienes, junto al
escritor Luis Reséndiz, lo acompañaron en su proceso creativo para que siguiera
una línea editorial que potenciara la calidad narrativa de la realización.
Sobre
las influencias que lo inspiraron para este relato, dijo: “Yo me fui por una
onda muy gótica, esta onda romántica de los vampiros y la vida eterna, el
gótico clásico, con la mansión, los personajes misteriosos, el ama de llaves,
pero buscando transgredir el género con giros inesperados”.
Por
otra parte, aseguró que para recrear una atmósfera tétrica e inquietante en su
episodio trabajó con el reputado director de fotografía Juan José Saravia: “Con
él y con el equipo de diseño logramos ambientes oscuros, con persianas y
cortinas cerradas, utilizamos focos de luz muy tenue, máquinas de humo y
también trucos del género, movimientos de cámara y cortes abruptos en la
edición”.
Tras
seis meses de escritura de guiones, el rodaje de Reflejos fugaces se
efectuó en una semana. “Nosotros
grabamos principalmente en Ciudad de México en dos locaciones, una es la casa como
tal, que queda en la zona de Porfirio Díaz. El sótano, donde sucede todo el
clímax del episodio, lo hicimos en el parque Desierto de los Leones, que tiene
un monasterio y unas catacumbas viejísimas que asustan”.
Beltrán
es un hombre con experiencia en el horror. En 2021 estrenó la película Llanto maldito (producida por Dynamo).
En esa línea, analizó la situación que atraviesa este género en Colombia:
“Todavía no hay mucho historial para medir, realmente las películas de terror
colombianas son pocas, hay algunos referentes como El Páramo, pero son casos
aislados, no hay una trayectoria consolidada, distinto a México o EE UU, que sí tienen una fanaticada del terror de su propio país”.
Sobre
esa falta de obras que tengan repercusión en el público local, dijo: “Puede
deberse en parte al hecho de que, a diferencia de otros géneros como la
comedia, los productos colombianos de terror se han concebido para conectar con
los festivales y públicos más especializados”.
Aun
así, recalcó que en el país hay potencial para cambiar esa desconexión: “Para
mí es un campo por explorar donde hay un montón de posibilidades, sé que se
pueden hacer muchas cosas interesantes. Para mí lo bueno del género es que
permite a los autores mostrar su discurso y visión, pero también brinda una
posibilidad comercial. Siento que a la gente en Colombia sí le gusta mucho el
terror, porque en un país como el nuestro, con tantos problemas del día a día,
este género resulta una forma de escape, una montaña rusa de emociones”
concluyó.