Uno de los mayores retos que tuvieron los productores de La oscuridad de La Luz del Mundo, película documental que estrena en Netflix el jueves 28 de septiembre, fue ganarse la confianza de las víctimas de Naasón Joaquín García, así como de la contraparte: los miembros de la congregación que respaldan a Naasón. Justo estos testimonios los diferencia de los otros tres documentales que han estrenado este año sobre el mismo caso.
Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia de La Luz del Mundo y autoproclamado Apóstol de Jesucristo, fue arrestado en EE UU por 26 cargos, entre ellos tráfico de personas, violación y pornografía infantil, en 2019. En la película realizada por las productoras Mezcla y Scopio, por primera vez se escucha a las mujeres que lo denunciaron penalmente, así como el testimonio que tuvo lugar en el juicio.
Su productora Laura Woldenberg y el director Carlos Pérez Osorio hablaron con PRODU sobre cómo lograron acceder a los testimonios de las cinco testigos protegidas (conocidas como Janes Does) sobre los abusos que sufrieron por el líder y todo lo que vivieron al enfrentarse al poderoso apóstol y a una congregación que lo defiende incondicionalmente.
Ganarse la confianza, primero de la abogada que las defiende, Jonati Joe Yedidsion y luego de las víctimas, fue un trabajo de todos, pero que Pérez Osorio atribuye sobre todo a la perseverancia de Ivonne Gutiérrez, productora junto a Woldenberg. Cuidar el anonimato de estas víctimas, para no poner en riesgo el juicio civil, fue clave en este trabajo.
Asimismo, desentrañar la historia a partir de los testimonios —que por momentos se torna confusa pues alcanza a tres generaciones de Apóstoles y a sus víctimas— fue el otro reto.
Tres años se tomó la investigación del caso, y al estar en la lista de medios con acceso al juicio, pudieron obtener los testimonios finales, que resultan desgarradores. “Para ellas fue muy importante tener este momento en el documental, porque si bien el juez dijo que el mundo las escuchó cuando hablaron en la sala, no se sintió así en ese momento” comentó Pérez Osorio.
Woldenberg explicó que trabajan con altos estándares de calidad en periodismo e investigación, por lo que todo lo que se afirma en el documental está protegido con datos obtenidos en la investigación periodística y cuenta con respaldo legal, lo cual es especialmente delicado en un caso en el que se denuncia pronografía infantil. No revictimizar a las víctimas fue un objetivo desde el inicio, que tal como se puede ver en el film, lograron.
Gracias a la seriedad en la investigación, los datos obtenidos, la verificación y al uso de fuentes cruzadas, el documental demuestran un sistema de abuso muy apegado a la doctrina de esta iglesia, el cual ocurre durante tres generaciones de los llamados “apóstoles”, con un sistema de apoyo y una red internacional que capta y prepara las víctimas, muchas de la cuales también incluyen a varias generaciones de una misma familia. El manejo de la idea de que el “apostol” es Dios en la tierra, y que su entrega es una “bendición”, es parte de la manipulación a la que son sometidas.
Mantener el equilibrio y mostrar lo positivo que hay en esta la iglesia, así como escuchar con respeto la voz de quienes defienden a Naasón Joaquín García, es otro resultado que valoran. “Allí hay solidaridad, hermandad. La víctimas amaban su doctrina y su comunidad, por eso les cuesta tanto testificar” explicó Pérez Osorio.