Saving the Amazon es una idea muy simple, pero de un poder impresionante, destacó su presidenta, la emprendedora colombiana Maria Ximena Patiño Ocampo. Se trata de un proyecto que nació desde la tecnología con el objetivo de combatir el cambio climático y sacar de la pobreza a las comunidades ancestrales de la Amazonia al ofrecer a individuos y empresas la oportunidad de contribuir mediante un modelo virtuoso.
Esta ONG se creó en 2012 como un proyecto de responsabilidad social de Servinformación, empresa colombiana de soluciones tecnológicas, y en el 2015 se dieron cuenta de su alcance y crearon una fundación. Actualmente funcionan en Colombia, Brasil y Perú.
El modelo incluye la oportunidad para que cualquier persona adopte un árbol del Amazonas, que es sembrado y cuidado por comunidades indígenas locales utilizando sus métodos ancestrales. Mientras que las empresas pueden crear sus bosques empresariales y de esta manera contribuir a la regeneración de la Amazonia y compensar su huella de carbono.
Hasta ahora tienen más de 640 mil árboles sembrados, han capturado casi 700 mil toneladas de carbono y unas 350 familias han sido beneficiadas.
Patiño explicó los beneficios que Saving the Amazon les ofrece a las empresas. Por ejemplo, pueden marcar los árboles con los nombres que ellos quieran, y se refirió al caso de Siemens Gamesa que tiene 30.000 colaboradores en el mundo y le siembra un árbol con su nombre a cada uno. O, como Johnson & Johnson, que está lanzando una campaña que por tres productos que le compren de sus marcas, ellos le siembran un árbol con su nombre. “También lo usan para promoción de productos. Entonces un árbol se vuelve un elemento de mercadeo de las empresas”.
Otro beneficio es la oportunidad que tienen las empresas de compensar sus emisiones de CO₂. “Cuando siembran un bosque, nosotros les entregamos un certificado del carbono que compensa a cada empresa. Entonces, los bosques que nos compran les sirven para compensar su huella de carbono” dijo. Estos certificados que emite Saving the Amazon son calculados con una metodología que está avalada por la firma internacional KPMG. “Ahora hemos dado un paso adicional y es que ya estamos haciendo bonos de carbono, que esos sí son certificados a nivel internacional” destacó Patiño.
NUEVE DE 17 ODS
Explicó que Saving the Amazon cubre nueve de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas, que se utilizan para valorar a las empresas en cuanto a su comportamiento en términos de sostenibilidad. Entre estos nueve ODS, Patiño mencionó el fin de la pobreza, hambre cero e igualdad de género, “porque quien nos siembra los árboles son las mujeres”.
“Estamos hablando de trabajo decente, porque ha pasado una cosa muy linda, y es que estas comunidades tienen trabajo, pero haciendo lo que ellos saben hacer, que es sembrar, cuidar árboles y la naturaleza. Nosotros les damos una opción económica sin romper su sabiduría ancestral y ellos lo hacen con su sabiduría ancestral” dijo.
Actualmente Saving the Amazon impacta positivamente a 33 comunidades. Patiño relata que al principio del proyecto les advirtieron que los indígenas no se iban a prestar a sembrar árboles. “Cuando fuimos a las comunidades indígenas ellos nos pusieron una condición: que el proyecto lo iban a manejar ellos”. Esto implicaba que la comunidad definiría qué árboles sembrar, dónde sembrarlos, cómo hacerlo y con su sabiduría ancestral. “El hecho de que esta condición existe en el proyecto, primero permite que las comunidades se empoderen porque es de ellos, y segundo, todo lo hacemos es con la sabiduría ancestral” destacó.
LA SELVA ES EL VIVERO
El proyecto arrancó haciendo de la selva el vivero, donde las comunidades indígenas tomaban las plántulas que nacen en zonas donde el árbol no iba a prosperar, y lo sembraban en donde sí lo haría. Es decir, la propia selva provee el material para Saving the Amazon.
Hace dos años el proyecto evolucionó a la siembra productiva. Un grupo de mujeres de las comunidades indígenas decidieron que iban a sembrar árboles amazónicos cuyos frutos se pudieran vender. “Nosotros les pagamos por sembrar y cuidarlos, pero ellos quieren sembrar árboles productivos para poder comercializar los frutos durante 30 años, de manera que no solo tienen ingresos con la siembra y cuido, sino que van a tener un ingreso por 30 años” explicó.
La fundación les va a dar bolsas para comercializar estos frutos y toda la asesoría para que ellos hagan sus viveros con las semillas que hay en la selva. “Todo es hecho por la comunidad con el conocimiento ancestral y como ellos saben de eso no hay que enseñarles” dijo. Otra ventaja de esto es que se logra combatir el monocultivo, que las comunidades ya saben ancestralmente es dañino para el ecosistema.
PROYECTO REPLICABLE Y ESCALABLE
Sobre los planes futuros de Saving the Amazon, Patiño dijo: “Lo que voy a decir suena muy pretencioso, pero creo que lo más importante de Saving the Amazon no es lo que hemos hecho, sino que de verdad hemos logrado crear un modelo simple y sencillo que es replicable y escalable”.
Explicó que actualmente están enfocados en trabajar en los dos departamentos que tienen el más alto índice de pobreza de Colombia, que son Guainía y Vaupés, para poder cambiar de verdad sus condiciones de vida.
“Ellos están sembrando árboles, y ya estamos trabajando en árboles productivos. Si logramos hacer esto, los dos departamentos más pobres terminarán pronto teniendo un ingreso muy superior al nacional y también invirtiendo en calidad de vida para ellos. De esta manera podríamos ser un ejemplo para el mundo y la gente lo que puede hacer es coger el modelo e implementarlo en el mundo entero para contribuir a superar la pobreza de las comunidades de la selva húmeda tropical” destacó.