Hace algunos meses, en una charla con el equipo, platicábamos del tiempo que nos toman ciertas tareas recurrentes en nuestro día a día. Desde generar fórmulas para extraer data, analizarla y visualizarla, hasta hacer un resize de imágenes para vestir un email. Es impresionante el tiempo que toma hacer una tarea de forma manual, y que NO da la posibilidad de profundizar en un buen análisis, debido a la cadencia con algunos otros entregables.
En ese momento, pensamos: somos tecnólogos, buscamos soluciones, diseñamos experiencias, ¿acaso no podemos buscar una solución para las actividades cotidianas de nuestro trabajo? Así que decidimos recurrir a la inteligencia artificial (IA), que ya llevábamos algunos meses explorando para nuestros clientes. Y ahí, comenzó todo.
Dice el líder de data: “nos está tomando mucho tiempo generar las fórmulas con el lenguaje de programación para visualizar la data, 5 horas aproximadamente; y nos está dejando poco tiempo para desarrollar el resto de las fórmulas para los demás entregables”, en ese momento el equipo de AI sacó la casta: “podemos ayudar”, responde.
Después de algunas horas de análisis de la situación, algunas iteraciones de prompts, y ayudados por ChatGPT, se encontró la fórmula correcta. “¡Eureka!”, grita uno de los ingenieros del equipo. “El trabajo que había tomado 5 horas, ahora toma sólo 2 minutos y está automatizado”.
Al poco tiempo, esto comenzó a ser una constante. Imágenes que se recibían en baja, se lograban crecer sin perder resolución con A.I. Image Upscaler de Figma, o conceptos que antes estaban en lápiz y papel, ahora estaban en una presentación utilizando Dall-e y Leonardo A.I. Ante esto, el equipo empezó a tener más tiempo para trabajar en estrategia, propuestas de experiencias o desarrollo de productos en alta fidelidad, ¡QUE MARAVILLA!
La inteligencia artificial puede verse como ese soporte interno que nos ayuda a potenciar las habilidades de los equipos, eliminando horas de trabajo manual y funcionando como herramienta para complementar el trabajo. También nos permite desarrollar productos para un usuario final de alguno de nuestros clientes en Marketing, como una imagen o un guión.
Ahí está el ejemplo del guión escrito, apoyado por ChatGPT, para un capítulo de South Park. Incluso, en los créditos venía “ChatGPT”, claro que este segundo debe tomar en consideración los términos y condiciones del uso de la plataforma, los derechos de autor de las piezas generadas, y otras consideraciones como el uso de la data; hay que poner especial atención a esto y estar atentos a las regulación del uso de A.I., que vienen por delante para no caer en algún problema.
Al final, la Inteligencia Artificial ya es una realidad, y hay que tomarla como ese aliado que nos ayudará a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Por: Alejandro de Luis
VP CX & Technology de VMLY&R México