“Al sentirse vulnerables, las personas se abren a contar cosas que no contarían en otras circunstancias. Esto, que nos recuerda que somos humanos, es lo que mueve y hace real esta historia” comentó Eduardo Román, escritor, director y productor de la película Cuando duerme conmigo, que estrena en cines de México el 3 de agosto.
Aunque se trata de la primera película realizada con producción virtual en LatAm, en Cuando duerme conmigo no ocurren grandes explosiones o paisajes de otro mundo: la virtualidad toma un segundo plano, para que el foco se coloque en la narrativa de dos personas expresando sus sentimientos: “Ellos desnudan su alma para pasar una noche fría en un sitio a la espera de un resultado médico. La virtualidad queda en las paredes, para ver a estos dos personajes batirse en un duelo romántico” dijo Román.
Aseguró que es una película intimista que habla de la vida, los afectos y de lo que “la sociedad nos está robando”. “Esa necesidad de encontrarnos como personas, en un momento en el que abundan los efectos especiales, el consumo rápido. Creo que vivimos un momento que nos está deshumanizando. Pienso que es un tema que puede atraer al público mexicano, además de que contamos con un gran talento, como Ana Claudia Talancón y Erik Elías” afirmó.
Aunque el objetivo es que la película también se distribuya en plataformas, Román agradece que este primer encuentro con el público sea presencial. Más allá de poderla disfrutar en el gran formato del cine, el que las personas se encuentren con otras personas, tiene sentido. “A la vez, suena paradójico que una película intimista, que habla de los afectos y de las personas, tenga un trasfondo de virtualidad. Es la primera película hispanohablante con esa tecnología. Estamos contando una historia de humanidad en un mundo generado por la virtualidad” comenta.
El objetivo, comenta, fue experimentar con la producción virtual y aprender, lo cual lograron en gran medida. “Quedé muy satisfecho con el resultado. Podemos pensar que fue una prueba piloto, para hacer cine de calidad es una muy buena alternativa. Fuimos los primeros en arriesgarnos y eso tiene un valor, porque es mucho más fácil dirigir una película en un espacio real, pues los actores tienen que estar a determinada distancia de las pantallas, reconocer la perspectiva, la virtualidad, el refractario de la luz. Es muy importante tener a un director de fotografía que entienda estos temas. En una locación real, tendríamos todas las posibilidades de hacer los contraplanos sin inconvenientes, y en este caso, el plano y el contraplano ocurren en el mismo espacio, porque es la misma pantalla. Hay que girar el escenario con el detalle minucioso de no perder la continuidad. Esto implica un riesgo también de estar muy concentrado a la hora de rodar” dijo.
Román comentó que además de los valores de producción de la película, que son muchos, se siente orgulloso, por ser parte de la historia, al hacer la primera película realizada con producción virtual.
La película partió de la obra de teatro de Román. Tras su estreno en cines de México y su circulación en plataformas, tendrán también un estreno en su versión de teatro en el sur del continente (Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay y Bolivia). Esperan además hacer la obra en México con actores mexicanos.