Escritor Cristobal Garrido
Lo importante de cualquier buen contenido son las historias, es algo que aseguran no solo los distribuidores, sino la gran mayoría de los creadores, quienes apasionadamente vuelcan sus ideas en el papel o en una computadora. De una buena idea nace todo para lograr ese gran título que rompe los récords de taquilla, que se transforma en esa exitosa serie de una plataforma o en la novela que llega al primetime.
Historias, quizás, las tienen muchos, pero la mejor forma de contarla solo algunos pocos, y es aquí, en esa área, donde entra una herramienta que podría ayudar o truncar el camino de los guionistas: la inteligencia artificial. Álvaro Sáez, CEO de HechicerIA, el escritor y guionista español Cristóbal Garrido, y Alfonso López, productor y Business Development de la productora española Portocabo, aportan diferentes miradas sobre este tema.
Sáez, de la startup española HechicerIA, que desarrolla inteligencia artificial (IA), está confiado en que la IA, específicamente la que genera texto, puede ayudar a los guionistas a desarrollar sus guiones a partir de conceptos y frases que ellos tengan. Desde ese punto, será “capaz de generar los diálogos, las acciones que debe tener cada personaje en cada momento y pueden usar la guía de visualización de imagen para tener conceptos visuales de cómo estructurar una escena y luego la generación de video para tener una idea de cómo se ven esas escenas”.
Sin embargo, a juicio de Garrido (Días mejores, Velvet, Cuerpo de élite y Fariña), la IA es una desventaja para ellos porque “cualquier cosa que sirva para ahorrar un euro a la producción, será usada sin miramientos y eso afectará a los salarios de los guionistas”.
López, por su parte, asegura que por los momentos lo que están haciendo es “ser un poco niños pequeños y jugar, pero no estamos utilizando la herramienta de forma profesional, o ninguna de las miles de aplicaciones que pueden derivar de la inteligencia artificial, de forma más seria o planteándose para el negocio”. Lo que sí tiene claro es que va a ser un complemento en su trabajo diario. Lo que no sabe es ni a qué nivel ni en qué forma.
Garrido sí cree que se intentará reemplazar a los guionistas con la IA, “especialmente para documentos de venta, sinopsis y primeras versiones, pero creo (y espero) que quede mucho para que una IA sea capaz de divertir, emocionar y sorprender al espectador. Eso solo se consigue con miradas novedosas, frescas y humanas, y no a través de un algoritmo que lo único que hace es replicar cogiendo de aquí y de allá”.
Por esa misma razón es que Sáez no lo ve como una amenaza a los guionistas, sino como una ayuda. “Yo lo veo como cuando apareció Word, que hacía mucho más fácil el escribir”. Agrega que la IA es una herramienta más, “para ir más rápido, ser más eficiente, para ser más competitivo, porque si no lo haces tú, lo hará otro y más rápido y tendrá más tiempo para hacerlo mejor. No es una herramienta que piense por sí misma, no te va a quitar en sí sola el trabajo creativo porque la idea original es de la persona”.
López comenta que, en la industria audiovisual, “teniendo un claro fondo, e importancia de la propiedad intelectual, queda mucho que gestionar a nivel legal para saber hasta qué punto puedes incluir inteligencia artificial en equipos de creación o en la forma en que creas. Hasta qué punto eres dueño de lo que esa herramienta va a crear”.
Para él, hay un marco legal que hay que definir pronto porque la IA es algo que ya está. “Necesitamos una regulación para poder meterlo o incluirlo dentro de nuestro plan de negocio. Y ese creo que es el challenge mayor, ahora mismo, en torno a la inteligencia artificial”. Pero también cree que la IA no va a sustituir ni a los creativos ni a los escritores. “Lo que sí creo es que es una herramienta que vamos a incorporar en todos los departamentos dentro de muy poco”.
En cuanto a la unión de las asociaciones de escritores para reglamentar el uso de la IA, Garrido considera que es necesario. “De hecho, los compañeros que han iniciado la huelga en EE UU están exigiendo que no se pueda rodar un guion escrito por una IA. En eso deberíamos ponernos todos serios. No solo escritores, también actores, directores de fotografía, departamentos de desarrollo o incluso los mismos productores y ejecutivos de las plataformas. Si no lo paramos puede ser un monstruo que nos acabe engullendo a todos”.
