Este miércoles 15 se estrenará en Netflix el reality La ley de la selva, producción original de TIS, el cual presenta una idea novedosa en este tipo de formatos. “Más allá de ser un reality de supervivencia, reta los valores morales de la gente y sus dilemas éticos de si trabajan por un grupo o por su propio beneficio. Esa es la premisa que diferencia La ley de selva” adelanta Magdalena La Rotta, showrunner del programa.
En La ley de la selva doce participantes divididos en dos equipos, en una exuberante selva, se someterán a las condiciones difíciles del entorno y pruebas extremas. Desde el minuto cero, tendrán que enfrentar el dilema de si en las pruebas competirán por su equipo o si los traicionarán, en secreto, por un beneficio individual económico. Netflix presenta el reality como una feroz competencia donde se pondrá a prueba si es verdad el dicho popular que afirma que todas las personas tienen un precio.
“Los participantes no sabían de qué se trataba show. Estaban preparados mucho para la fortaleza física, no para el dilema moral y poner al límite la codicia. Estar entre si juegan limpio o sucio. Además, para el televidente es interesante y emocionante porque no en todas las ocasiones sabe si los concursantes realmente tuvieron un error natural o si fue algo intencional” explica la ejecutiva, quien era la VP de Contenido original de Foxtelecolombia-Estudios Teleméxico, y actualmente se desempeña como productora independiente.
La ley de la selva es una idea original de Juan Carlos Durán, el cual contó con el desarrollo de contenido de un equipo conformado por productores de TIS como Durán y La Rotta, con colegas de Netflix como Fabiola Faz (mánager de series de no ficción para Latinoamérica) y Juan Pablo Matarredona (director de series de no ficción para Latinoamérica). Son ocho capítulos en los que los concursantes desafían la naturaleza humana para ser el ganador de 2 millones de pesos mexicanos (alrededor de 108.000 dólares).
MEXICANOS EN LA SELVA COLOMBIANA
El reality tiene como host a la mexicana Yolanda Andrade, y cuenta con participantes de esa misma nacionalidad como Leslie Gallardo, exparticipante de Acapulco Shore; Gina Torres, excontendiente de Exatlón; Bruce Santillan, modelo; Zoe Joffre, actriz, entre otros. No obstante, fue grabado en una espesa selva en el centro norte de Colombia.
“Los participantes no sabían dónde estaban exactamente, solo en Colombia, porque parte del encanto es saber que están en una selva, pero no el lugar. Es en el oriente antioqueño con un paisaje realmente privilegiado. Un sitio a lo Jurassic Park donde había condiciones muy duras, pero también una belleza natural sobrecogedora” destaca La Rotta.
La ejecutiva indica que el equipo de producción estuvo integrado por cerca de 200 personas, quienes, como los concursantes, tuvieron que lidiar con las inclemencias del clima, la humedad, y animales como insectos, lagartos o culebras: “Fueron muy exigentes las grabaciones, pero tuvimos un equipo muy comprometido y con todas las ganas porque eran conscientes de que estaban haciendo un programa novedoso que nunca se había realizado antes”.
El reality se hizo en Colombia gracias a los incentivos tributarios como el CINA (Certificado de inversión audiovisual), que además de otorgar un descuento del 35% sobre la renta de la inversión hecha en ese país, también incluye un acompañamiento de Proimágenes, la Comisión Fílmica de Colombia, y la comisión regional de donde se grabe el programa.
“Es una dinámica muy atractiva no solo económicamente, sino a nivel de talento. Con este reality se demostró que las personas en las regiones de Colombia saben producir y tienen la mística para hacer un show de estos. Tenemos todo el talento creativo para realizar este tipo de formatos y los escenarios. En este caso, unas visuales muy top, poco conocidas en la pantalla internacional y que pone la lupa del mundo en nuestro país” concluye Magdalena La Rotta.