TELEVISIÓN
Actor Francisco Melo: El reto de Hijos del desierto es que el espectador tenga la sensación de un viaje en el tiempo fidedigno
Marcela Tedesco| 22 de agosto de 2022
Francisco Melo de Hijos del Desierto de Mega
Francisco Melo da vida al villano
de Hijos del desierto: Gregorio Sanfuentes, un poderoso hombre de negocios con
un pasado oscuro, pues fue el oficial que comandó la represión a la huelga en
Santa María de Iquique (hecho histórico) y se apropió de uno de los niños que
dejó huérfano, para adoptarlo.
Es un personaje que carga con
décadas de conflictos internos y autocuestionamientos y que lleva un presente
en el que ciertas situaciones lo obligan a continuar cometiendo crímenes. “Esa
pugna interna constante entre lo bueno y lo malo, la diestra y la siniestra, lo
correcto y lo incorrecto, el estar obligado o no ser capaz de tomar las riendas
del asunto y enfrentarlo, toda esta génesis conforma un personaje tremendamente
atractivo, actoralmente hablando. Es un hombre de una tormenta interna
constante pero que la época, su cargo, su historia, su nombre y su familia lo obligan a tener un exterior impecable, impertérrito. De alguna manera es un castillo
señorial por fuera, pero profundamente roído y destruido por dentro” definió Melo, quien apoyándose no solo en el guion, sino en el vestuario, la
escenografía y la ambientación construye al poderoso Gregorio Sanfuentes.
A Melo le gusta reencontrarse con
espacios, objetos, vestuarios, lenguajes y cotidianidades del pasado, pues son
una vía para reencontrarse con la historia, tanto de un país como de una
persona. “Es interesante hacer este viaje que no solamente es contar la
historia, sino darse cuenta de dónde venimos, cómo hablamos y, quizás, de por
qué nos hemos construido así como sociedad. Es una visita en el tiempo y el
reto de Hijos del desierto es que el espectador de verdad tenga la sensación de
un viaje fidedigno y real”.
Si bien los temas esenciales como
la familia, el amor, la sociedad se repiten, Hijos del desierto rescata
algunos que hoy en día están en boga y son objeto de análisis profundo: el
valor de la mujer en la sociedad, la violencia intrafamiliar, la infidelidad. “Han
pasado 100 años y siguen presentes, generan un análisis y una conversación que
puede ser muy fructífera en relación con quiénes somos, dónde estamos y para
dónde vamos” finalizó Melo.
