Para Jimmy Quiñones, estratega creativo de Metric Marketing, una de las habilidades de estar en ese cargo es el sentido de la curiosidad, ser ingenioso e inspirar para profundizar en el problema empresarial al que se enfrentan nuestros clientes y hay muchas formas de enmarcarlo.
“Un estratega creativo también debe ser ingenioso. No siempre tenemos muchas herramientas para encontrar diferentes perspectivas que nos ayuden a resolver un problema empresarial. Aquí es cuando entra en juego nuestro espíritu de supervivencia. No todo son datos, hay otros recursos que nos pueden dar una mejor idea de lo que realmente está pasando” explica Quiñones.
El creativo, que cuenta con más de 15 años de experiencia en la industria publicitaria, ha trabajado en diferentes agencias multinacionales como Havas Worldwide, Leo Burnett, FCB, Proximity BBDO.
Uno de los consejos que ofrece para ser efectivo en la carrera es alejarse del escritorio y caminar la calle, en las tiendas y con el público, ya que esto puede dar más información que cualquier informe de datos. “Y, por último, pero no menos importante, un estratega creativo tiene que ser inspirador. Cuando desarrollamos un briefing creativo para el equipo creativo, deben sentirse entusiasmados con la oportunidad que les estás poniendo encima de la mesa”.
Con casi dos años de experiencia trabajando en Metric Marketing para el mercado canadiense, ha desarrollado marcas en el segmento de la educación.
“Metric Marketing me ha demostrado que podemos ser creativos en cualquier sector y que cada marca se enfrenta a retos completamente diferentes y a soluciones únicas. Esta empresa también me ha mostrado que los datos son esenciales, pero que no debemos obsesionarnos con ellos. Tenemos que entender el componente humano que hay detrás de ese complejo mundo. Los datos no sirven de nada si no se revela ese componente” advierte.
Desafíos actuales
El creativo recuerda que la industria publicitaria en sí misma sufre cambios constantemente. “Uno de los cambios es reconocer que las ideas no pertenecen a las agencias. Hay creadores de contenidos con mensajes potentes en múltiples plataformas que se producen de forma orgánica con un presupuesto de US$0 con altas tasas de compromiso. A la gente no le gustan los anuncios. Si las marcas son conscientes de esta dinámica, podemos producir ideas que sean más humanas, honestas y que enganchen a la gente”.
Otro reto al que se enfrenta la industria es la multitud de causas (LGBTQ+, Movimiento METOO, Black Lives Matter, etc.) y la necesidad de unirse a ellas en cualquier circunstancia por el miedo que tienen las marcas a la cultura de la cancelación. “Creo que es importante ser parte de la conversación con la cultura de la marca, ya que puede apoyar esa declaración con algo real y no un post de Instagram. Las marcas tienen que vivir y experimentar eso desde dentro para expresarlo fuera”.
La pandemia afectó el proceso creativo, porque requiere de la presencialidad para poder hacer ese intercambio fluido de ideas. “Creo que este proceso también tiene que ver con el desarrollo de una relación basada en la confianza en la que los compañeros pueden ser sinceros y no es lo mismo cuando se crea algo en persona. Hay ciertas limitaciones en la interacción humana cuando este proceso se realiza a través de reuniones de Zoom. Ayuda mucho, por supuesto, pero no es lo mismo que tener una conversación vibrante sobre una idea interesante en persona”.