En 22 años cambiaron muchas cosas de la publicidad, pero no la publicidad per se. Por ejemplo, los medios, el contexto, la interacción, el rol cultural de la publicidad en la sociedad, nuestros golpes de pecho dignificando nuestro trabajo diario, los truchos, los pitches excesivos e incluso, el tan de moda trabajo remoto.
Pero la publicidad siempre será la misma, porque sigue el mismo principio: sorprender y persuadir al consumidor mediante una idea que lo conecte con una marca y lo lleve a experimentarla en su entorno diario.
Como verán no nos dice nada de medios o touchpoints o metaversos. Porque lo más relevante es la idea y su conexión con la gente.
Y aquí sí ha habido una revolución, mismos formatos, nuevos medios. Los prints siguen impactando, pero también se han convertido en posteos que de a poco se convirtieron en gimnasio para la síntesis; o los audiovisuales que durante su metamorfosis por manifiestos de marca, ahora buscan darle contenido a las marcas más allá del producto; pero sin duda, estamos frente al siguiente hito en la comunicación, pasar de las viejas promos y activaciones a las experiencias de marca en la virtualidad. Porque eso es el metaverso, una mesa puesta para vivir de cerca las marcas.
Por eso necesitamos revolucionar el storytelling. Ese que mutó a storydoing con la era digital y que ahora se convertirá en storyliving. Ya no solo es pensar en qué historia vamos a contar, o qué historia vamos a generar con el consumidor, ahora se trata de qué historia queremos vivir junto a nuestro target. Aquí se abren un sinfín de posibilidades, porque la comunicación no es de una sola vía, ahora nos toca empezar un nuevo multiverso de historias de ida y regreso entre la marca y sus usuarios. Bienvenidos al storyverse.
Por
Carlos Fernández Oxté
Chief Creative Director
Archer Troy