Leonardo Padron Escritor
El escritor venezolano Leonardo Padrón estuvo en #PRODUprimetime con Ríchard Izarra desde su residencia en Miami, hablando sobre su oficio, las novelas y series que ha escrito para Televisa, Vix y Netflix y el exilio que se vio obligado a emprender en 2017, y aseguró que el proyecto narrativo más poderoso del siglo XXI son las series. Padrón es un hombre de medios y de redes sociales, guionista de cine y televisión y uno de los intelectuales contemporáneos más importantes de Venezuela.
EL EXILIO Y LA DIÁSPORA
Padrón viajó a un evento de diez días en Miami y una persona le advirtió que no regresara a Venezuela, porque lo esperaban en el país para detenerlo. Afirma que tuvo que empezar de cero, tan desde cero como comprar un computadora y un escritorio. “Me sacó del país la situación política y, sobre todo, sus funcionarios. Me volví un personaje un tanto incómodo para ellos a través de lo que escribía persistentemente en mi crónica dominical en El Nacional, a través de mis redes sociales y todo lo que fue mi posición muy clara y muy nítida en rechazo a todo lo que ha pasado” dijo.
Comenta que no puede quejarse de cómo le ha ido “aunque jamás pensé en empuñar la garrocha del exilio porque uno nunca sabe cómo va a caer del otro lado y el exilio es una palabra llena de piedras, muy duras y muy densas, y hay esa cosa que es el desarraigo y es el sentido de pertenencia con tu país y con los tuyos. Toda mi carrera televisiva y literaria la construí en Venezuela” comentó.
Asegura que lo ayudaron mucho sus horas de vuelo en la industria. “Volví a estar como pez en el agua, porque una de las cosas más lacerantes y terribles que le pasa a cualquier persona que entra en esa palabra enorme y oscura que es el exilio, es que muchas veces tienes que empezar desde cero en una disciplina que no tiene que ver con tu oficio natural, en profesiones que son como que las que tengas a mano. Y yo he tenido la posibilidad de seguir haciendo lo que sé hacer, que es contar historias” dijo.
Desde que está en EE UU ha escrito tres historias para la pantalla de Univisión y Televisa, todas exitosas (Amar a muerte, Rubí y Si nos dejan). Recientemente realizó La mujer del diablo, para la pantalla TelevisaUnivision, y para Netflix, Pálpito, que aún no estrenan.
NETFLIX
Califica a la convocatoria a escribir que le formuló Netflix como “de las más felices” que ha recibido. “Ha sido realmente una experiencia extraordinaria desde todo punto de vista, porque Netflix le tiende una alfombra roja al escritor, en el sentido de que parte de su premisa es reivindicar la figura del escritor. Lo hace más partícipe de todos los procesos creativos de la historia, porque vamos a estar claros, nadie conoce más una historia que la propia persona que la procreó, que la generó, que la gestó” dijo.
Comentó que, además, es productor ejecutivo de Pálpito, la novela que escribió para Netflix. Para Padrón, el término showrunner tiene muchas interpretaciones, y en el caso concreto de Pálpito, prefiere decir que fue productor ejecutivo.
SERIE: PROYECTO NARRATIVO PODEROSO
Sobre el lenguaje narrativo de las series, afirmó que tienen otra sintaxis, otra apuesta argumental, por lo que hay mayor libertad de expresión que en la pantalla abierta, tanto que “para un escritor es como estar en una suerte de tierra de gracia”.
“Creo que la serie es el proyecto narrativo más poderoso del siglo XXI. Es decir, lo que para el siglo XIX fueron Gustave Flaubert, Honoré de Balzac, Alejandro Dumas, que fue la novela literaria, y que para el siglo XX fue el cine; para el siglo XXI, creo que el gran contador de historias es justamente el streaming, que está haciendo que el público incluso recodifique su manera de leer historias, de interpretarlas, de asomarse al mundo. Porque los storytellers lo que hacemos, de alguna manera, es ofrecerle ventanas a la gente para que se asome al mundo, lo interprete, se haga sus preguntas, se interpele a sí mismo”.
Padrón comentó sobre otros temas, como la forma en que trabaja junto a su equipo de escritores, su pasado como escritor en Venezuela, el programa que luego se transformó en libro Los imposibles, entre otros. “Creo que los que hacemos ficción audiovisual en Latinoamérica tenemos el reto de asumir discursos aún más osados y aún mucho mejor logrados, no solamente en términos argumentales, sino en términos técnicos, de dirección y de producción” dijo.
