En un esfuerzo en conjunto y dedicación entre Alvani Tunes Music Library y Vieja Skina, presentan el album Matices. “Ir junto a Alvani Tunes significa un nivel de trabajo que va cubriendo todos los frentes de punto a punto, manteniendo y entendiendo la esencia musical y el cuidado sonoro que implica el generar una producción del tal magnitud” dice la banda peruana de ska.
1. ¿De qué se inspiran para componer sus canciones?
La base de nuestra inspiración viene a raíz del popurrí de influencias que cada uno de nosotros tenemos como músicos y miembros en la banda. Una vez que las traemos hacia un solo centro, acuñamos “aquel” sonido (que nos viene caracterizando como banda a nivel de nuestras líneas melódicas y de composición).
Gracias a la diversidad de gustos, preferencias musicales y distintas escuelas de las que venimos cada uno de nosotros, Vieja Skina tiene en su formación a músicos peruanos de géneros como: ska, jazz, rock clásico, punk, reggae, funk, música latina, música clásica, afrobeat, música brasileña, entre otros (¡la lista es interminable!).
No tenemos una “fórmula” para desarrollar una nueva composición en general. Esto nos encanta porque siempre en el camino han existido sorpresas que no contemplábamos y lo consideramos saludable para un proceso creativo. Sobre todo espontáneo para cada canción y lo que implica trabajar en la rama artística.
En nuestro caso, nuestra sonoridad lograda es el: ska-jazz latinoamericano, en el que cada día seguimos aprendiendo e incorporando nuevos elementos. Para nosotros, Vieja Skina significa rendir culto a la música con mucho respeto. También hacia al género junto a la familia que somos y representamos, razón por la que resulta un viaje interminable y aún estamos empezando.
2. ¿En qué se diferencia este álbum Matices de los anteriores?
Definitivamente, Matices es el álbum que marca un hito muy importante a lo largo de la carrera de Vieja Skina como banda. Principalmente, nosotros al ser músicos y melómanos, siempre nos hemos encontrado en la experimentación y exploración de nuevos ritmos y texturas que van más allá del ska como eje principal (no solo escuchamos música jamaicana como el ska, reggae o rocksteady, sino que nuestra exploración ha sido constante hacia otros ritmos y géneros).
Particularmente, en este álbum estamos tomando elementos como base principal (música jamaicana), incorporando tintas de otros géneros como el jazz, música latina y el world music (que están muy conectados entre sí, pero hoy en día se han visibilizado de diferentes formas o no lo suficiente). Es por eso que el resultado final de Matices genera un respiro nuevo, nítido y diferente. Aquel refrescante “matiz” que tanto buscábamos y sentimos que lo logramos (razón por la que elegimos este nombre para esta producción).
Históricamente, el sonido de Vieja Skina siempre estuvo caracterizado al “ska tradicional” de los años 60 que sonaba en Jamaica tras su independencia (ligado a una simulación sonora de grabación de tipo analógica, pasando por un proceso de compresión de sonido y buscando aquel color “crudo de cinta” que se solía hacer en aquellos tiempos). En todo este tiempo, siempre buscamos hacerlo bajo nuestro propio estilo contemporáneo (y también disponiendo de la tecnología actual, que es muy diferente a la de aquella época).
Sin embargo, para Matices decidimos hacer totalmente lo opuesto. Creímos que era hora de hacer algo totalmente nuevo a lo que veníamos haciendo y lanzarnos a este nuevo mar con elementos que tanto nos gustaban (y que por su puesto no habíamos puesto a prueba para grabarlo en el estudio).
Esta producción evoca al baile, alegría, fiesta, celebración, entre otros sentimientos y emociones; que hoy se encuentran bajo una sonoridad contemporánea, enfocada en los detalles y el brillo preciso. Pensamos justamente en esto para que exista una apreciación completa de todo lo que estuvimos pensado desde el momento de producción y que permitiese disfrutarlo una vez terminado. Esto es apreciable desde la sensación del color de vientos, arreglos, percusiones, secciones rítmicas y los diferentes momentos que ocurren mientras va sonando el disco completo. Es un viaje musical y emocional que va llevando a distintos movimientos.
3. ¿Cómo fue el proceso de producción del álbum en tiempo de pandemia?
Aquí fue el reto más grande. Comenzamos a producir Matices en el 2019 para entrar al estudio este mismo año y lanzarlo el año pasado (2020), pero finalmente por temas coyunturales, tuvimos cambio de planes debido a la pandemia que aplazaron nuestro calendario.
Producción:
Todo comenzó con los temas que teníamos listos y ya preparándolos para incluirlos en Matices. Pasamos por un proceso de dirección musical, que trabajamos junto a Jorge Cavero (persona muy allegada a la banda desde sus inicios quien, aparte de su rol como ingeniero de grabación, participó en la grabación de algunos instrumentos, principalmente en el saxofón tenor).
Prácticamente, durante el 2019 nos encargamos en dar aquella personalidad y terminar de esculpir cada canción para que finalmente estén listas para ser cocinadas en el estudio. Para este momento, Jorge se encontraba viviendo en Buenos Aires (Argentina) e hicimos toda la producción a distancia (¡y sin tener idea que a inicios del 2020 la nueva forma de trabajo sería igual!). Felizmente, logramos cumplir lo que queríamos y estábamos listos para entrar al estudio.
Grabación:
Las grabaciones fueron entre enero y febrero 2020 en OCA AUDIOSTUDIO PROD (Lima, Perú). Gracias a Jorge contamos con su estudio (donde ya hemos venido grabando siempre con Vieja Skina a lo largo de los años).
Aquí fue un momento clave para planificar la cantidad de instrumentos que involucraban (como las formas de grabar) a desarrollar en todo este proceso. Por ejemplo, en el caso de los vientos, optamos por grabar a todos los músicos juntos en sala para dar aquella sensación de movimiento y sonoridad que queríamos lograr tocando como una sola sección. Aquí involucramos instrumentos de viento que trajeron diferentes colores como: saxofón alto, saxofón tenor, saxofón barítono, trombón, trompeta, fluglehorn y flauta traversa.
Dentro de la instrumentación general, optamos por grabar en una secuencia por secciones. Grabamos las baterías por separado. Lo mismo con las guitarras y bajos (empleamos varios tipos de guitarras, en el caso del bajo, ¡fueron más de cinco!), órganos, piano vertical e instrumentos de percusión que van desde: percusión brasileña (zurdos, repiques, a go go; muy usados en batucadas), steel drum (tambores de metal muy usados en el calypso como género del caribe), entre otros. Un tema curioso es que también grabamos el sonido de algunos objetos, como lo fue el caso de “Móoca”, que es la segunda canción que abre el disco y tiene en algunos planos el sonido de una scooter clásica (evocando a potencia y velocidad del tema).
Por otro lado, el disco tiene una línea sonora que va hacia lo instrumental; sin embargo, siempre quisimos darle una cereza al pastel y presentar un tema cantado en cada producción, por lo que en esta oportunidad quisimos invitar a un gran amigo para el tema vocal “The Assault”. Fue interpretado por “Lord Panamo”, quien representa la voz principal de una de las bandas europeas contemporáneas más conocidas del continente: Pannonia Allstars Ska Orchestra (PASO) desde Hungría (Budapest). Gracias a la tecnología, él compuso las letras para este tema a distancia y las grabó allá. Al poco tiempo nos envió el resultado y quedamos fascinados.
Siempre creemos que la música nos ha generado puentes de colaboración y conexión. En el 2019 estuvimos en México (por tercera vez) tocando en el Festival: “Non Stop Ska – 2019”, compartiendo con bandas de nuestro género alrededor del globo y de países como: Japón, USA, Argentina, Colombia, México, Corea del Sur, Rusia, etc. Para esta oportunidad, Lord Panamo se encontraba en México de viaje y planificamos tocar con él en nuestra presentación en aquel festival. ¿La sensación? Pues la respuesta es que fue: inolvidable.
Mezcla:
Una vez que teníamos el disco grabado, sabíamos que esta nueva producción iba a necesitar de un ingeniero que venga de una vertiente fresca y totalmente abierta en términos de recibir y ver la música. Razón por la que decidimos trabajarla junto a Sebastian Dextre, quien aparte de ser allegado a la banda, ya lo conocíamos por trabajar algunas producciones (ya era el comienzo de una relación a largo plazo con nosotros).
Precisamente eso, nos encantó el enfoque nuevo que tiene hacia la música y trabajar con bandas contemporáneas (que no necesariamente eran de ska o reggae o de ritmos afines, sino de propuestas totalmente diferentes), pues queríamos tener a alguien que precisamente diera un aporte al sonido que nosotros ya conocemos y veníamos tocando, para salir de nuestra caja (él ya conocía el lenguaje de la banda y tenía idea de cómo hacerlo sonar bajo un proceso de mezcla). Desde el comienzo, empezamos un gran camino.
Para este momento, ya había empezado al confinamiento total por el covid-19 y nadie podía salir de casa, por lo que todo el proceso de mezcla del disco lo trabajamos a distancia y cada quien en nuestras casas. Empezamos a mezclar el primer tema del álbum y a encontrar la sonoridad que fue luego decantando en las siguientes mezclas.
Algo muy particular fue que mezclar un disco en estas épocas, resultaba diferente: pues no podíamos ir al estudio y sentarnos a conversar sobre los resultados. Para esto, formulamos un esquema de trabajo que consistía en enviarle nuestras apreciaciones por escrito (y ser lo más exactos posible) y él de vuelta nos enviaba versiones hasta lograr el cierre de cada canción. Para nosotros era algo que veníamos más o menos acostumbrados, pues anteriormente habíamos hecho trabajos similares a distancia en cuanto a mezcla (con Victor Rice y Sergio Soffiatti en Brasil o con Esteban Descalzo en Argentina), pero en este caso se volvió una experiencia totalmente nueva al buscar una nueva sonoridad a la que no estábamos acostumbrados y queríamos lograr.
Como banda, optamos por trabajarlo de esta forma para dar a conocer cómo queríamos lograr algún cambio o modificación de canal/instrumento/ecualización/etc. Como músicos, a veces hay ciertas sensaciones o sonidos que muchas veces es difícil transcribirlos en sensaciones. Sin embargo, creímos que era necesario para que Sebastián pudiese captar todo lo que queríamos decir. Lo que nos dejó sorprendidos es que su aporte fue muy importante y nos enseñó mucho a entender una óptica diferente para nosotros, y pues de eso se trata, de siempre aprender en cada proceso de producción.
Masterización:
Teníamos la mezcla lista y sabíamos que el mastering iba a ser un proceso que iba a dar la brocha final para tal producción. Para esto, decidimos trabajar con Brian Wallace (Los Ángeles, USA), quien es un productor y músico muy conocido en la escena de música jamaicana en su país y el mundo entero.
Trabajamos el proceso de mastering a distancia. Bryan es una persona muy agradable y que no conocíamos personalmente, pero bastaba que nos lo hubiese presentado una banda amiga nuestra muy querida: The Steady 45’s de Los Ángeles).
¿Por qué fuimos con Bryan Wallace si buscábamos una sonoridad diferente a la música jamaicana? Pues precisamente creímos que esta sonoridad la logramos en la mezcla y grabación (muy diferente respecto a lo clásico de la música jamaicana) y después de haber salido de nuestros propios esquemas, queríamos volver a dar una brocha con un elemento muy sutil de lo que tanto nos une al género. Especialmente, con alguien que hablase el mismo lenguaje que nosotros como banda, lo que nos pareció muy interesante remontarnos nuevamente a lo que años atrás nos unía. Por esto, buscamos darle este color pero con una tinta muy sutil.
El resultado fue increíble para nosotros y posee huellas muy implícitas de cada elemento que lo hacen un disco diferente y no hecho antes en el Perú.
Dicho sea de paso, Brian Wallace hoy en día es saxofonista de una de las bandas de ska de talla mundial: Western Standard Ska Orchestra. También formó parte del gran circuito de música jamaicana en el oeste de USA que hoy posiciona como un frente referente a nivel global. Entre ellas, una de las bandas más importantes fue “See Spot”.
Artes:
Para nosotros fue fundamental el proceso de la construcción del arte del disco y gráficas en todo su nivel. Creemos que es muy importante que exista una relación entre lo que vemos-escuchamos-sentimos. Razón por la que consideramos fundamental involucrarnos de lleno también en este proceso.
No solo buscamos salir de los típicos patrones estéticos del género a nivel sonoro, sino también a nivel visual en la portada del álbum. Por lo que buscamos crear una propuesta nueva en base a color, textura y luz.
Gracias al mundo de las redes, logramos conectarnos con DiGar Draw, gran artista mexicano (y amante del ska), quien había trabajado ya para algunas bandas y marcas del mercado mexicano. Gracias a su conocimiento en el género, precisamente sabía lo que queríamos y lo que no queríamos lograr en este nuevo álbum.
Su aporte, ideas, apertura y virtuosidad hacen que el disco visualmente refleje lo que realmente queríamos lograr.
4. ¿Cuál es la canción preferida de este álbum?
¡Esta es la pregunta más difícil de contestar!. Para nosotros la canción preferida es precisamente el álbum completo. Creemos que todo el disco es una sola canción que va pasando por diferentes momentos y etapas. Desde el inicio, nunca pensamos en escoger una canción como la preferida y tal, pues cada canción y polirritmia evoca distintos sentimientos y emociones (obviamente también una instrumentación, ritmo, sonoridad, velocidad e intensidades diferentes), pero componen aquella parte de un “todo” que finalmente quiere expresar algo. (Digamos que es como un rompecabezas y cada canción es un elemento diferente que forma la gran foto).
Otro dato curioso, fue que la dedicación para cada canción fue máxima, razón por la que se volvieron canciones muy queridas y es imposible elegir la favorita, pues en realidad nos sentimos muy cómodos con el resultado final en su conjunto.
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