La cadena Univisión viene de una larga racha de crisis, despidos, recortes y nuevos negocios que no prosperaron. Ahora, los poderosos fichajes de Pierluigi Gazzolo y Luis Silberwasser dan aires de que la compañía emprende un camino hacia su transformación con todas las posibilidades de convertirse en un jugador más relevante en el ecosistema de los contenidos globales que las plataformas han puesto de cabeza.
Una deuda de más US$7.400 millones, bajos ingresos desde la irrupción de las plataformas digitales, la fallida estrategia de 2016 de enfilar hacia audiencias juveniles con adquisiciones como Gawker Media, con los sitios Gizmodo y The Onion —que vendieron 2019 sin grandes resultados—, y la salida de Isaac Lee en 2018, terminaron desembocando en la venta de Univisión, concretada hace justo un año, como tabla de salvación para la compañía.
Searchlight Capital Partners y ForgeLight adquirieron 64% de Univisión, mientras que Televisa conservó el 36%, además del Acuerdo de Licencia de Programación que tiene con la señal estadounidense. Entonces, la conducción de la compañía quedó en manos de Wade Davis, el ex-CFO de Viacom, de donde también viene Gazzolo. En marzo pasado, entrada la pandemia, la compañía debió hacer más recortes frente a la contracción global del negocio. Ahora la dupla de
Gazzolo y Silberwasser —ex alto ejecutivo de la competencia— promete
hacer despuntar a Univisión.
Tras los anuncios queda por ver el rol de la tercera parte de esta sociedad, Televisa, que se supo no intervino en la decisión de los nombramientos. La cadena de Emilio Azcárraga permitió a Univisión el desarrollo de exitosos proyectos binacionales como el canal deportivo TUDN, el lanzamiento de la Fábrica de sueños de Patricio Wills con enganche en la audiencia hispana, además de la apuesta de Univision LatAm como un canal de TV paga en la región.