Durante la pandemia, el mobile gaming alcanzó cifras récords: las descargas semanales de juegos a través del teléfono crecieron un 35% y alcanzaron la cifra de 1,2 mil millones de descargas en marzo en todo el mundo, de acuerdo al último reporte de App Annie & IDC.
Se espera que el número de jugadores alcance los 2,6 mil millones para el fin de 2020, según Newzoo.
La consultora pronostica que la industria del mobile gaming aumente su valor a U$S77,2 mil millones durante 2020, un 13% más que el año pasado y representando un 48% del total del valor de la industria del gaming.
En el último tiempo, el gaming —antes restringido a las consolas, notebooks y PC— ya se ha instalado por completo en el universo de los smartphones. Grandes títulos de videojuegos, como FreeFire o Call of Duty, han lanzado recientemente sus versiones mobile con mucho éxito y una gran aceptación por parte del público.
Ya son muchos los equipos profesionales que han destinado algunos de sus mejores jugadores a dedicarse al entrenamiento y la competición en torneos de esports para mobile, otra tendencia también creciente.
Mientras este desarrollo incrementa su inserción en el público y en los gamers profesionales, quienes diseñan y producen los últimos teléfonos smartphones del mercado buscan incluir en ellos funcionalidades que se acomoden al uso intensivo para videojuegos.