Desde 2006, Circuito Gran Cine de Venezuela desarrolla el programa Cine Móvil con pantallas inflables que pueden trasladarse a comunidades para proyecciones no convencionales. Ahora, cuando el negocio de la exhibición de cine está reinventándose de cara al new normal y las limitaciones que ha impuesto la pandemia, esta es una experiencia que planean desarrollar.
“En Venezuela ya vivíamos en una especie de cuarentena más allá de lo que está generando esta pandemia. La asistencia a las salas se redujo en 60% en los últimos tres años, por lo que vemos con mucha preocupación la salud de las salas de cine y de la economía en general” comenta Bernardo Rotundo, distribuidor de películas y director del Circuito Gran Cine.
Desde antes de que se decretara el confinamiento, Circuito Gran Cine trabaja en un modelo comercial de llevar sus pantallas a grandes estacionamientos de centros comerciales o de empresas como una nueva experiencia de entretenimiento. Sería una versión de los viejos autocines, que ya están empezando a retomarse en EE UU a raíz del covid-19. “Esta es una opción para aprovechar estacionamientos”.
Las pantallas que disponen miden 8×6 metros, y podrían complementarse con equipos auxiliares que permiten conectar el audio de la película al equipo de sonido del carro. Además, cuentan con un catálogo de casi 3.000 películas.
Gran Cine es un organización que promueve el cine. “Ofrecemos el paquete del cine a empresas u organizaciones y logramos que nos contraten el espectáculo cinematográfico en su totalidad”.