A Nacho Mazzini le quedan diez días de aislamiento a la
fecha de hoy, 16 de marzo. Lo peculiar es que está en cuarentena en su propia
casa, en un lugar aparte que lo separa de su esposa y de sus hijos. Y aún más
particular para quienes conocemos a Nacho, es que el arrinconamiento lo cumple
a cabalidad, a plena conciencia.
Representante de marcas high
end en toda su trayectoria de más de 30 años, Nacho es un ser bastante
social y su estilo un tanto liberal, pudiéndose interpretar como un ser antirregla
o anti statu quo, y por ello difícil de imaginarlo en esa situación,
saludando a su querida familia desde lejos en su propia vivienda y cumpliendo
el mandato que le hicieron firmar al aterrizar en Ezeiza.
Venía de Los Ángeles de una conferencia
de Colorfront, una de sus marcas que usan los grandes realizadores de películas
y series para corregir y unificar el color. Le tomaron la temperatura, lo
interrogaron sobre la garganta, si tenía tos o dolores musculares, y aunque
pasó el test de los síntomas le
ordenaron la cuarentena por venir de un lugar crítico.
Así como está —apartado— es su
visión actual de la industria: toda aislada. Sus clientes prácticamente
confinados; su personal, tanto de Colorfront como de RED, la otra marca que
vende, trabajando desde casa.
“Es un momento triste pero de
mucha conciencia. Esperemos a ver cómo reaccionan los países y los gobiernos en
las próximas semanas” dijo a PRODU.