La industria ha venido usando el podcast como parte
de la estrategia multiplataforma y de branded content. Lo hizo HBO el año pasado con el lanzamiento de Watchmen, acompañado de un contenido extra en este formato. Pero últimamente el camino puede ser inverso, por la alta
demanda de historias e IP de valor que tiene que satisfacer la industria.
“Antes
nos pedían géneros, ahora nos piden una propiedad fuerte, pueden ser novelas,
cómics, la gente incluso está empezando a adaptar podcasts” comenta Ignacio
Díaz, de Scenic Rights, que los tiene dentro de sus proyecciones para 2020. “Queremos tantear el potencial tanto de podcast originales que puedan ser adaptados audiovisualmente, como jugar con las sinergias que puede haber entre literatura, podcast y TV”.
Cada vez más productoras de TV buscan ficciones
para desarrollar en plataformas de podcasts, muy usadas entre audiencias
juveniles de nicho, que también pueden volcar a la TV. Con un mercado aún incipiente en América Latina, el forma coge fuerza.
En 2018, Amazon adaptó el thriller político Homecoming,
de la productora de podcasts Gimlet Media, comprada el año pasado
por Spotify, que empezó a desarrollar originales audibles como Fausto,
narrado por el mexicano Damián Alcázar. En 2019, Facebook Watch estrenó la
adaptación de Limetown, uno de los más escuchados en EE UU.