Dado el contexto actual y el momento
histórico por el que atraviesa el mundo, me parece pertinente celebrar, ahora
más que nunca, la libertad. Aprovecho para aclarar (una vez más) que la
Independencia de México (de España) se conmemora el 16 de septiembre —de hecho,
arranca la noche del 15 replicando el famoso “grito”— y no, como erróneamente
se piensa, que es el 5 de mayo, especialmente en los Estados Unidos. Por cierto,
abordé este tema en otro artículo hace algún tiempo.
La
libertad es la capacidad que tiene el ser humano de poder obrar según su
propia voluntad, a lo largo de su vida. Según la Real Academia de la Lengua es
aquello que permite al hombre decidir si quiere hacer algo o no, eso lo hace
libre y también responsable de sus actos. Esa es la verdadera importancia de la libertad.
La libertad es un derecho. La libertad aplica
a diversos aspectos de nuestras vidas. Los tipos de libertad política que se discuten con frecuencia incluyen
la libertad de reunión, la libertad de asociación, la libertad de elección y la
libertad de expresión. Y al respecto y leyendo sobre el tema me encontré con
esta frase que me hizo reflexionar mucho:
“The most certain test by which we judge whether a
country is really free is the amount of security enjoyed by minorities” —John
Dalberg-Acton, 1st Baron Acton The History of Freedom in
Antiquity (1877).
El papel que juegan las minorías dentro de las
sociedades ilustra la visión que los gobiernos tienen sobre sus poblaciones.
Esto aplica a la libertad de prensa, a la libertad de pensamiento y, en el caso de nuestra industria, a
la libertad creativa,
que ¡es el mejor regalo que los clientes nos pueden dar! Y es que existe
una gran paradoja: a los clientes les pagan por mantener el statu quo de sus
marcas, por adherisrse a los lineamientos preestablecidos, por respetar la
identidad, el diseño, etc. A las
agencias nos pagan por romper los moldes, por innovar, por explorar lo
inexplorado. Confiar en nosotros a través de la libertad nos impulsa a intentar
“escalar las montañas más sinuosas”, a aventurar nuestra imaginación a lugares
insospechados y es solo así que las grandes ideas ven la luz.
Este mes y
siempre, ¡celebremos el valioso tesoro de la libertad!
Por Luis Miguel Messianu
Chairman creativo & CEO
ALMA