Manolo Caro
La casa de las flores se
estrenó en agosto en Netflix y ha sido un suceso que ha sorprendido a sus
propios creadores. “Me ha sorprendido cómo ha permeado en otros países. Nunca
lo imaginamos así de masivo. Nos enfocamos a hacer algo tan de nicho, con una estética
y unos elementos tan particulares que eso después explotó y fue un éxito” dijo
Manolo Caro, director y productor de la serie durante su paso por #VisitaPRODU.
El joven productor señala que un contenido que hace reír,
habla del amor de la familia y de temas que no se tocan mucho son
parte de los ingredientes de este nuevo fenómeno de Netflix. “Es una fórmula
que se ha usado, de utilizar una familia que tuviera un negocio que se
convierta en un espacio donde compartir los conflictos emocionales y laborales.
Adoro las flores, siempre quise tener una florería y cumplí mi sueño con La casa de las flores. Y, además, esa metáfora
de que la flor más bella tiene espinas está muy presente en la serie”.
Las discusiones sobre si se trata de una telenovela o no las
despacha sin complejos. “No me causa conflicto que se le llame una telenovela. El
formato, el cuidado y los temas no son los que se van a abordar en una cadena
abierta. Pero el ADN y la raíz viene de la telenovela y del melodrama. Escuché
a un crítico que decía que podría llamarse neotelenovela y creo que sí puede tratarse
de reinvención de la telenovela”.
La particularidad del proyecto viene de la plataforma en la
que fue presentado, asegura Caro. “Este proyecto está hecho con libertad y
hemos podido abordarlo con absoluto desparpajo. Es un proyecto que concebimos
de principio a fin sin dejarnos influenciar por los puntos de rating o por
cómo esté calando tal personaje, porque Netflix lanza los trece capítulos un
día y listo”.
