La empresa, que ya tiene siete años de trayectoria, trabaja con cinco idiomas, aunque el portugués y el español representan el 90% de su trabajo.
El español neutro, según Javier Gore, dueño de Chulengo, “siempre representa un gran desafío: mantenerlo y lograr que no se note dónde se hizo”. Sin embargo, para Gore, el mayor reto es el económico: por un lado el incremento del volumen de contenidos y, por otro, la búsqueda de abaratar costos. Este panorama les ha llevado a la búsqueda de la automatización de procesos para optimizar tiempos de trabajo, a través de la tecnología.
“Queremos desarrollar un sóftwer para el tratamiento de guiones y para hacer las citas con los actores en los estudios. La verdad es que no hay magia en la adaptación de guiones, esto es un commodity y lo que hacemos es excelente, pero no muy diferente a lo que hacen nuestros colegas. El nivel en Argentina es muy alto” apuntó.
Sin embargo, aseguró, Chulengo mantiene una alta exigencia en el control de calidad interno, con atención a los guiones, evitando las traducciones literales, dándoles sentido y un toque artístico, además del trato atento y humano a los clientes. Para Gore, esas variables le otorgan a Chulengo grandes ventajas competitivas.