La celebración incluyó un counter en la ciudad de Buenos Aires
Los argentinos vivieron de cerca la emoción de la Copa Mundial de Fútbol 2010, a través del evento organizado por Coca-Cola. El objetivo principal fue acercar el espíritu festivo y colorido del Mundial, mediante un despliegue de celebración por las calles de Buenos Aires. La celebración incluyó un counter en la ciudad, específicamente en la intersección de las calles Cabildo y Aguilar, donde se reflejó la cuenta regresiva hasta el inicio del Mundial. Una vez el contador de tiempo dio por finalizada la cuenta regresiva que venía realizando, una lluvia de conffetti de colores estalló en toda la ciudad de Buenos Aires, dándole la bienvenida al Mundial.