
Nicolás González Revilla, presidente de Tepal, y el panelista de apertura, Ben Reneker
(Omar Méndez, desde Guatemala). El tema viene sonando fuerte en los últimos meses y el cable latinoamericano, principalmente, aunque le pese, ha tomado nota: Las empresas de telecomunicaciones de la región están a la vuelta de la esquina, pidiendo pista -leáse urgente regulación- para sumarse al negocio de TV paga. Ayer, en el panel de apertura de Tepal 2006, Ben Reneker, analista sénior de Kagan Research, no anduvo con vueltas.”Tenga miedo”, le respondió con crudeza a un operador centroamericano que se animó a preguntar cuánto les debe preocupar esta invasión de playa de las telcos regionales. Para fundamentar semejante juicio, desplegó durante casi una hora una serie de gráficos sobre la experiencia IPTV de las compañías telefónicas asiáticas y europeas occidentales. El caso asiático, especialmente, fue esgrimido como el alerta al que no se puede ser insensible: “El cable perdió el 35% de su parque de clientes en el último tiempo en manos de las telcos. Y ahora, ya en un ambiente de abierta competencia con multiservicios, esa pérdida es irrecuperable”, espetó Reneker. La estrategia de las telefónicas no fue compleja; apeló a la capacidad de la IPTV de servir canales o contenidos a demanda a gusto y placer, con ofertas de películas y eventos deportivos. Y eso, más una atractiva oferta por telefonía y acceso a Internet alcanzó para quitarle abonados con mucha facilidad al cable.”En América Latina, la TV por cable está andando bien pero esto no debe llevar al relajamiento. Esas experiencias en la otra parte del mundo muestran con claridad que todo puede cambiar rápidamente”, destacó el panelista.Como contraataque al juicio de Reneker, algunos cableoperadores subrayaron que el avance en TV paga no le resultará fácil a las telcos porque la ley se opone a sus intentos. “Eso es correcto”, sostuvo como respuesta, “pero hay algo que no se puede frenar. En EE UU, el cable y el DTH controlan el 80% del negocio del mercado nacional. Y se enfrascan en permanentes cabildeos ante las autoridades para frenar a las telefónicas. Pero éstas también andan en la misma y su poder es inmenso. Tienen mucho dinero y todas están poniendo sus ojos en el video. Todas saben que ese es su futuro”.