
El capítulo doble dirigido por el talentoso Quentin Tarantino, está plagado de suspenso y sangre
(Cynthia Plohn). El último capítulo de la 5º temporada de CSI, que se verá por la pantalla de Sony Entertainment Televisión el miércoles a las 9pm, tiene un ingrediente adicional que lo hace más atractivo que los anteriores: es dirigido por el talentoso Quentin Tarantino, que deja ver su impronta y su sello desde el primer minuto de este electrizante episodio doble, en donde no está ausente el suspenso, terror y la sangre, contadas al estilo Tarantino, lo que lo hace parecer más una película de cine que un programa de televisión. Igualmente, el director logró respetar la estética de la serie que tantos adeptos le hizo ganar alrededor del mundo y que dio origen a dos nuevas versiones: CSI Miami y CSI Nueva York. En este capítulo, que en inglés se llamó Grave danger, uno de los miembros del CSI, Nick Stokes, es secuestrado por un padre que quiere vengarse de los policías criminalistas que metieron presa a su hija. La venganza que elige es terrible: enterrar viva a la víctima en una tumba bajo tierra (que recuerda a una escena del segundo episodio de Kill Bill, la última película del director) y sin dejar ninguna pista de dónde está enterrado. Esto le permite a Tarantino no sólo crear un suspenso que no da respiro, sino también mostrar facetas de los personajes, desconocidas hasta el momento. La idea de este capítulo fue del mismo Tarantino, y fue desarrollada después por Carol Mendelsohn, Naren Shankar y Anthony Zuiker, productores ejecutivos y escritores de la serie.”Considero que, a través de los años, si algún fan ha creído conocer a los personajes, en este episodio de verdad los llegará a conocer. Vamos a tomar un nuevo paso en rumbo a estrechar la relación con la audiencia”, señaló el actor George Eads, quien interpreta a Stokes.”Lo que más me gusta de este episodio es que está muy orientado a contar la historia. Y no es por nada, pero, es casi como una película”, opinó Tarantino.