
John Rigas y a su hijo Timothy fueron encontrados culpables de fraude y conspiración en el colapso de Adelphia
La compañía de televisión por cable Adelphia Communications ultima un acuerdo con las autoridades estadounidenses para cerrar la investigación por fraude, a cambio del pago de US$725 millones.En el 2002, la compañía tuvo que acogerse a la ley de protección de bancarrota tras acumular una deuda superior a US$20.000 millones.Este colapso financiero puso de manifiesto una serie de irregularidades en la gestión, que acabó con la condena, el pasado verano, del fundador y ex presidente de la empresa, John Rigas, y uno de sus hijos, por fraude y conspiración en esta quiebra multimillonaria.En este caso, que fue calificado por la fiscalía como “uno de los fraudes corporativos más elaborados y amplios en la historia de EE UU”, se acusaba a los dos imputados de fraude por usar fondos de Adelphia para la compra personal de tierras y segundas viviendas, entre otras propiedades.También se les acusó de conspiración por inventar informes falsos sobre los resultados de la compañía y ocultar más de US$2.000 millones en deudas.El pasado mes de agosto, la empresa exigió a la familia Rigas la devolución de US$3.230 millones en compensación por esta salida de fondos.Además, la empresa anunció más tarde que iniciaba un proceso de venta, a los que podrían aspirar sus competidores Comcast y Time Warner.De concretarse este acuerdo extrajudicial, sería uno de los más caros de la historia reciente, junto a los US$750 millones que WorldCom pagó en el 2003 a la Comisión de Valores de EE UU (SEC).