La Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca), entidad que agrupa a Antena 3 TV, Telecinco y Sogecable, emitió un comunicado en el que lamenta que el Consejo de Ministros haya aprobado el decreto que aprueba el reglamento que regula la inversión obligatoria que los caneles deben realizar para la financiación anticipada de largometrajes y cortometrajes cinematográficos. El comunicado expresa que “el reglamento ahora aprobado no hace sino empeorar más las cosas y no contribuirá a que el cine español mejore. Ciertamente, la obligación de la financiación forzosa de la producción cinematográfica nacional y de la UE con cargo a las televisiones privadas y públicas, exigiéndolas una aportación del 5% de su facturación bruta a una actividad privada como es el cine, ya estaba establecida en la ley pero, al menos dentro del marco general de la misma, las empresas de televisión tenían un cierto margen de flexibilidad para optar por las soluciones menos inconvenientes. El reglamento lo cierra al máximo, sin que ello suponga, paradójicamente, mejorar su calidad porque como han plasmado con datos oficiales la propia Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), el cine español pierde espectadores año tras año por el rechazo del mercado, que es, al fin y a la postre, el que define el éxito o el fracaso de un producto. La ley 22/1999 no sólo no ha redundado en la mejora de la calidad y del número de espectadores, sino que ha provocado el efecto contrario. En el 2003 se han vendido 10 millones menos de entradas que en el 2002 (según datos de la Academia, aunque la SGAE reduce la pérdida a 4 millones), año en el que a su vez se vendieron 6 millones menos que en el 2001, y el 77% de la recaudación se concentró en sólo 10 de las 127 películas producidas. Las 117 restantes han tenido un clamoroso silencio, pero eso sí, por el especial sistema de subvenciones, sus productores han ganado dinero por el mero hecho de rodarlas. El 81,5% de las productoras realizaron en el 2003 una película y el 4% hicieron 4 o más. La más activa hizo 8. Desde 1999, fecha en la que entró en vigor esta ley, solo ha aumentado el número de películas producidas, consecuencia de las inversiones obligatorias que ha habido que hacer, pero no han corrido paralelas ni la calidad ni el éxito. Y a esto hay que añadir que han aumentado los costes de cada película, consecuencia de la subida generalizada de los precios por la mayor entrada de dinero que tiene que invertirse obligatoriamente en el transcurso inexorable de 12 meses, sin que tampoco haya supuesto una reducción de las ineficiencias.Uteca ha manifestado reiteradamente que las empresas de televisión son un firme soporte de la producción cinematográfica, como lo demuestran el éxito de las series de ficción y la repercusión que éstas tienen en toda la industria audiovisual, de la que la cinematográfica forma parte, pero por esta misma razón no puede aceptarse que la contribución a una parte del conjunto de esa industria, la que no es capaz de atraer la atención de la demanda y de lograr una rentabilidad mínima exigida a cualquier oferente, se imponga como un deber legal. La ley española, en su redacción actual, discrimina, además, a la producción europea en relación con la española. Esta circunstancia y el hecho mismo de que las aportaciones del sector audiovisual a los productores cinematográficos constituyan ayudas financieras, han justificado la convicción de Uteca de que la aludida ley no se acomoda a los principios del derecho comunitario europeo por lo que confía en que el actual Gobierno se muestre propicio a la reforma de la misma.Uteca desea manifestar que las empresas de televisión que la integran no han tenido nunca ni tienen el propósito de incumplir la ley referida, ni ninguna otra que les afecte. Y ello sin perjuicio de la disconformidad que viene manifestando con reiteración. Uteca expresa, por último, su voluntad de colaborar con el Gobierno en cuantas leyes, decretos y reglamentos deban elaborarse para ordenar, flexibilizar y modernizar el sector audiovisual español, hasta hacerlo competitivo frente al de los demás países, y complementario y armónico con la televisión pública. En este sentido y en lo tocante al reglamento, Uteca brinda su colaboración al buen funcionamiento de la Comisión Interministerial de Seguimiento que integrarán representantes de los Ministerios de Presidencia; Industria, Comercio y Turismo, y de Cultura, a fin de que las inversiones obligatorias redunden en beneficio del cine español y de las televisiones y para que, en caso contrario, se modifique el Reglamento en lo que impida estos fines.En los próximos meses el Ejecutivo podrá demostrar su voluntad de negociar con las partes afectadas todo este paquete de medidas, o imponer, como ahora, un texto que privilegia a unos y perjudica a otros”.