La controversia que generó la negativa de Walt Disney Co. a distribuir Fahrenheit 9/11, documental producido por su subsidiaria Miramax Films y dirigido por Michael Moore, llegó al congreso de EE UU. La película relaciona al presidente de EE UU con importantes personalidades saudíes, incluida la familia de Osama bin Laden y critica las acciones de Bush antes y después de los atentados del 11 de septiembre. Los medios locales reportaron que el senador Frank Lautenberg envió una carta al senador John McCain, chairman del Comité de Comercio del Senado, requiriendo una audiencia para tratar el tema de la censura corporativa que en las últimas semanas se está ejerciendo sobre las noticias y la industria del entretenimiento. Lautenberg subrayó que mientras las corporaciones raramente censuran la indecencia y la violencia, sí lo están haciendo en relación con los puntos de vista políticos. Para el caso particular de Fahrenheit 9/11 dijo: “Disney, que actualmente está distribuyendo Kill Bill, una de las películas más violentas en la historia, se está negando a distribuir el nuevo film de Michael Moore porque su contenido critica al Presidente Bush”.Mientras tanto, en un comunicado publicado en su página web, Moore expresó: “A estas alturas esperaba que podría ser capaz de llevar mi trabajo al público sin tener que experimentar los profundos obstáculos de censura con los que a menudo me encuentro”. También señaló lo que a Disney le preocupa es que el documental ponga en peligro las exenciones fiscales que recibe de parques de entretenimiento y otras propiedades en el estado de Florida, donde gobierna Jeb Bush, el hermano del Presidente George W. Bush.En su pedido de audiencia Lautenberg también citó el caso de la negativa de Sinclair Broadcast Group a distribuir Nightline’s, un tributo a los militares iraquíes muertos en la guerra con EE UU y la decisión de CBS de no emitir una publicidad de MoveOn.org la semana pasada y la miniserie The Reagans el año anterior.Por su parte, Michael Eisner, CEO de Disney, se defendió diciendo que la decisión se tomó porque la compañía no quiere al film en el medio del proceso político y que el asunto había sido resuelto un año atrás, cuando se le comunicó a Miramax y a los representantes de Moore que su subsidiaria no sería la distribuidora del film. Miramax aportó la mayor parte de los US$6 millones que costó el documental y, aunque esto no la obliga a tomar la distribución, la pone en la primera posición para adquirir los derechos.Eisner también predijo que “el film encontrará un distribuidor fácilmente”. De hecho, Focus Features, subsidiaria de Universal Pictures, expresó su interés en distribuirla. Otro posible interesado sería Newmarket Films, firma que distribuyó La pasión de Cristo.En España, Alta Films, empresa dirigida Enrique González Macho que ya distribuyó Bowling for Columbine el pasado año en el país ibérico, será la encargada llevar el nuevo documental de Moore a las salas de su país. Fahrenheit 9/11 se presentará en el Festival Internacional de Cine de Cannes el próximo día 17, siendo este el marco elegido por Moore para la presentación internacional de la película, en donde aprovechará para atender a la prensa de todo el mundo.