La falta de respuestas del grupo Lagardère a la petición para acceder a datos internos formulada por la Comisión Europea le podría costar el fracaso de la compra de la editorial Vivendi Universal Publishing (VUP), perteneciente al conglomerado Vivendi. En Bruselas subrayan que Lagardère ha desconocido los plazos fijados para recibir la información: el 17 y el 25 julio.Ante la apatía del candidato a comprador, la Comisión Europea ha congelado el proceso de examen de la operación, retrasándola prácticamente hasta diciembre de 2003.Lagardère y Vivendi son los dos principales grupos editores de libros de Francia. La fusión ha sembrado de dudas a l a Comisión por el impacto que tiene en el negocio de los libros.