La misma fábrica, el mismo problema: el modelo Boeing 601HP de Boeing Co. está en el ojo de la tormenta
El día no es precisamente el más apto para revelaciones financieras. Este martes, PanAmSat deberá hacer públicos sus números del segundo trimestre del año y paralelamente reconocer el impacto que tendrán en sus finanzas las fallas en dos de sus satélites, el Galaxy IVR y el PAS-6B. En sólo dos semanas, los sistema secundarios de propulsión electrónica del 6B y el IVR (ambos modelo Boeing 601HP), que mantienen a los satélites en su posición orbital, han experimentado interrupciones abruptas. Hasta ahora, la operadora satelital no encontró solución para el problema técnico, lo que lleva a suponer que el único camino podría ser el reemplazo prematuro de los satélites. En los dos casos, el sistema de propulsión primario había dejado de funcionar.El PAS-6B, lanzado en diciembre de 1998 para cubrir el territorio suramericano, tiene como cliente principal al servicio DTH Sky Latin America. El Galaxy IVR, puesto en órbita en abril del 2000, sirve en América del Norte a DIRECTV, Encore, Televisa, NHK y National Public Radio.La empresa de Hughes aclaró que no espera problemas para los clientes del Galaxy IVR porque el sistema de propulsión de reserva del satélite tiene el combustible para más de 3 años de operación, suficiente para una probable transición hacia un nuevo satélite o hacia un satélite de reemplazo.“La empresa trabaja con los clientes sobre el satélite PAS-6B para proporcionar una solución a largo plazo para sus necesidades”, aclararon en la operadora.El fabricante de los satélites, Boeing Co., es el que está en el centro de las miradas. De comprobarse un defecto en la construcción podría generarle mucho más problemas a PanAmSat: una docena de los satélites de su flota son Boeing 601HP.PanAmSat ha reconocido que la falla podría generarle una depreciación adicional de aproximadamente US$4,5 millones por mes, US$3 millones por el Galaxy IVR y US$1,5 millones por el PAS-6B.Hasta ahora, según analistas del mercado, la empresa ha gastado US$2.500 millones en el reemplazo de satélites que no han cumplido con los estándares; paralelamente ha estado reduciendo gastos desde que la demanda por servicios satelitales se encuentra en franco descenso.