Proponen cambio drástico del modelo de negocio de la TV paga
(Omar Méndez, São Paulo). El empresariado brasilero de la TV paga comenzó a debatir este martes el nuevo camino a transitar, después de concluir que lo hecho hasta ahora ha servido de poco. Un analista extranjero lo denominaría sencillamente fracaso. En Brasil, el término resulta demasiado grosero y no figura ni siquiera en las autocríticas más furiosas.“Nosotros siempre estamos en crisis”, dijo José Augusto Moreira, apenas ocupó la palestra de la conferencia inaugural de ABTA 2002, en una clara señal dirigida a todos para que mantengan el clima del debate dentro de los intereses del negocio local, sin insistir en los viejos errores, y sin hablar de indicadores económicos y realidades de los mercados de la TV por suscripción internacional. No hacía falta la aclaración: desde siempre el mercado de Brasil ha decidido vivir blindado de la marcha y tendencias de extramuros.Por primera vez, los máximos referentes de la industria nacional estaban allí para darle el marco oficial al debate sobre el nuevo modelo de negocios que se quiere para el país.ABTA busca consenso para formalizar su plan de cambio drástico de la industria cuyos principales puntos son: el fin de la superposición de las redes de cable y MMDS (con concesión por servicio y no por tecnología); fin de la exclusividad en programación; imposición de la infraestructura de televisión por suscripción como vehículo de la TV digital terrestre; estandarización de un set top box para todas las tecnologías (cable, MMDS y DTH); el foco dirigido a fidelizar la base de abonados; creación de una campaña nacional e institucional de mercadeo para reposicionar el servicio; y una drástica revisión del arco tributario y de las cargas, especialmente de posteado.Según ABTA y cada uno de los expositores que la representaron este martes en el congreso, el viraje permitirá llegar al 2008 con un parque de abonados de 6 millones y con reglas de juego mucho más convenientes una vez que se haya enterrado al overbuilding.La sensación de un observador externo es que gran parte de los actores de la industria ve con buenos ojos la propuesta. En donde sí aparecen desacuerdos es en el terreno de programación, en donde la posición del brazo de Globo, Globosat, no deja de tener fuerza. Allí está uno de los grandes desafíos del debate que ya mostró en la jornada inaugural hasta que punto puede llegar cuando en la conferencia siguiente se confrontaron intereses que por ahora parecen pétreos.