FCC se opone a fusión de DIRECTV con EchoStar
Las poblaciones rurales han jugado un papel clave en la decisión de mayor trascendencia que ha adoptado en lo que va del año la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE UU. Este jueves le dio un golpe casi mortal a la pretendida fusión de los dos gigantes del DTH norteamericano bajo el pretexto de que la maniobra crearía un monopolio de hecho. Michael Powell, presidente del brazo regulador del gobierno estadounidense, ha manifestado que la decisión de rechazar la petición para fusionar DIRECTV, de Hughes Electronics, y Dish Networks, de EchoStar, se ha basado en algo elemental: ambos controlarían el 90% del mercado de la televisión satelital directa, dejando con un escaso 10% al resto de su competencia en esta tecnología.Desde que los dos grandes grupos habían acordado el casamiento, no habían parado las críticas de sectores de población y de las empresas de TV paga. La fusión, sostenían, reducía a dos la oferta en los centros urbanos –un DTH y un cableoperador–y creaba un monopolio en las poblaciones rurales no servidas por el cable y el MMDS. Principalmente este último punto, sostenido por las muchas asociaciones del medio rural, habría jugado de manera preponderante en la toma de decisión de la FCC.Tanto Hughes como EchoStar, a través de su efusivo presidente Charlie Ergen, defendían su propuesta bajo el argumento que generaría una competencia fuerte contra los cableoperadores –que gozan del monopolio en todas las ciudades de EE UU– y permitiría crear una monumental infraestructura de banda ancha para todo el territorio del país, actualmente con muchas áreas no servidas.La última negativa a una fusión de grandes medios de comunicación había tenido lugar en EE UU en 1969.Cuando todavía está pendiente la resolución sobre la fusión de los DTH de la máxima autoridad antimonopolio del país, a EchoStar y a Hughes les queda una última instancia en la FCC: 30 días para presentar un descargo contra la decisión.