La modificación de la ley española de televisiones privadas que permite a un único accionista tener el 100% de una cadena ha comenzado a generar polémica a sólo horas de ser oficializada. La reforma, que liquida el límite de 49%, permite el control total a un accionista pero le impide intervenir en dos de ellas. Las críticas han partido desde diferentes sectores políticos y sociales del país.Menos derechos, menos libertad y política de concentración del poder, serán para el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, las principales consecuencias de la nueva letra avalada por el Consejo de Ministros. Para Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida, el gobierno “pretende que exista una sóla opinión en los medios de comunicación”.Desde los sindicatos y organizaciones de consumidores también se escucharon quejas por la reforma.