Relato de Daniel Pérez yendo a Manhattan
Daniel Pérez-Llebot, quien fuera director de la casa de postproducción Videocolor de Argentina, y antes uno de los ingenieros de Canal Uno de Venezuela, está actualmente trabajando en el departamento de Computación de la Naciones Unidas en Nueva York. Daniel no pudo llegar hoy a su trabajo en Manhattan. Este fue su relato enviados por correo-e en horas de la mañana.“Estoy bien. Ya llegué a mi casa luego de una hora caminando. Resulta muy difícil llamar por teléfono, así que ni intento más comunicarme. Ya veremos si para esta noche mejoran las comunicaciones.Temprano como a las 8:45am el primer avión se estrelló contra una de las torres. A esa hora no había imágenes. Pensé que se trataba de una avioneta y creí que era un accidente. Como estaba justo saliendo a trabajar me llevé la cámara.Ya desde el metro (en Astoria el metro va por fuera) se veía una columna de humo saliendo de ambas torres. Las torres todavía estaban en pie y el asunto parecía menor. Ya se hablaba de dos aviones. Como lo de los dos aviones sonaba medio raro, comencé a preguntar y a través de untipo que andaba con un radio, me enteré que era un atentado terrorista y que había pasado otro similar en el Pentágono.Todavía fuera de Manhattan (Astoria está en Queens) me bajé del metro en una estación que tenía vista abierta a las torres. Todavía ambas estaban allí. Saqué la cámara y justo cuando iba a tomar una foto, una de las torres colapsó. No podía creer lo que estaba viendo. La gente estaba paralizada. Un empleado del metro empezó a gritar “¡Esto es guerra!”.Nunca llegué a Manhattan. Me quedé en esa estación al otro lado del Queensboro Bridge. No sabía qué hacer. No hizo falta tomar una decisión pues simplemente cerraron todos los accesos a Manhattan. A los pocos minutos, inclusive, cerraron el metro. Ya para entonces todos sabíamos que había sido un atentado en el que habían secuestrado unos aviones de pasajeros y los habían estrellado en las torres de comercio. Algo parecido había ocurrido en Washington. Una torre seguía en pie.Pasada media hora, decidí caminar hacia casa. Para cuando llegué, casi una hora después, la segunda torre había colapsado.Amigos, no se en qué va a parar todo esto, pero la cosa no se ve nada simple. Hasta ahora mucho hermetismo y poca información. Cobertura constante por TV y la mayoría de la gente en shock. Reina la calma y por ahora esta todo el mundo tratando de llegar a su casa y reunirse con sus familias”.