(Omar Méndez, Panamá). La República Dominicana fue la que mayor cantidad de cableoperadores aportó a Tepal. Los pasillos de la feria fueron ocupados mayoritariamente por empresarios de esta nacionalidad, preocupados en definir acuerdos con todos los programadores. ¿Cuál fue la razón de este boom que sorprendió a muchos? El próximo 31 de julio entrará en vigencia la ley del cable dominicano que obliga a todos los actores de la industria a cambiar radicalmente su forma de operar. La nueva letra, que busca hacer formal al mercado, beneficiará especialmente a las empresas de programación con contenidos codificados y a los canales que están abiertos en el satélite. “Esto puede acabar con nuestro negocio”, reconoció, preocupado, un operador de Santo Domingo. En el país, como acontece en varias de las naciones vecinas, la población no está educada para pagar por ver televisión. “La gente tiene la cultura del no pago. Por eso, obligar a los abonados a pagar más puede hacerle mucho mal a las empresas de cable. En la actualidad son muy pocos los que pueden pagar señales. Y los pequeños operadores directamente no pueden abonar nada. Y si tenemos en cuenta que ellos componen el 90% del negocio, prácticamente no quedará en pie la TV paga nacional”, sostuvo Pablo Grullón, del sistema Televiaducto.