Gwyneth Paltrow y Ben Affleck en una escena de Bounce
Este fin de semana la proyección digital que reemplazará parcialmente y progresivamente al clásico celuloide, dio un paso más en la consolidación de su propuesta. En el área de Time Square en Nueva York, la película Bounce de Miramax, fue proyectada digitalmente proveniendo de un satélite.El proceso utilizado ha sido el siguiente: un máster de la película fue transferido a un archivo digital utilizando tecnología de QuVIS Inc. una empresa estadounidense con basa en Topeka, Kansas. La compañía satelital Boeing hizo el trabajo de encripción y Williams Communication of Tulsa, Oklahoma, la subió al satélite en un proceso que duró ocho horas. Una vez recibida en la sala de cine, una computadora de QuVIS la descomprimió y expandió en varios discos duros. Fue exhibida en un prpyector con chips de Texas Instruments, líder en esta materia.Esta forma de proyección, ideada hace ya varios años, pero recién comenzada a ponerse en práctica, busca eliminar la reproducción de copias en celuloide que oscilan entre US$1.500 a US$2.000 cada una. Hay estrenos en Estados Unidos que necesitan hasta 4.000 copias para repartirse en cines de todo el país.La proyección digital, además, acaba con las rayas y sucios que se pegan al celuloide cada vez que se pasa la película.Aunque todavía en proceso de maduración, la proyección digital envuelve cada vez más a empresas fabricantes como Barco y Sony que están ofreciendo una nueva generación de proyectores digitales a un costo promedio de US$150.000. Se espera que a medida que se vaya masificando, estos precios se reduzcan considerablemente.